Corea del Sur se prepara para una nueva etapa

El general Chun Doo Hwan, «hombre fuerte» de Corea del Sur, fue nominado ayer candidato único para la presidencia de su país. Los eslóganes de la campaña electoral que prepara las elecciones de mañana anuncian el inicio de una nueva era, y esto corresponde a un sentimiento generalizado en el país.El general Chun Doo Hwan llevó a cabo, durante los tres últimos meses, una amplia campaña de reformas y «purificación» social, con apoyo de la ley marcial. El pasado viernes abandonó la carrera militar para poderse convertir en presidente.

Todos los eslóganes de la campaña electoral tienen el m...

El general Chun Doo Hwan, «hombre fuerte» de Corea del Sur, fue nominado ayer candidato único para la presidencia de su país. Los eslóganes de la campaña electoral que prepara las elecciones de mañana anuncian el inicio de una nueva era, y esto corresponde a un sentimiento generalizado en el país.El general Chun Doo Hwan llevó a cabo, durante los tres últimos meses, una amplia campaña de reformas y «purificación» social, con apoyo de la ley marcial. El pasado viernes abandonó la carrera militar para poderse convertir en presidente.

Todos los eslóganes de la campaña electoral tienen el mismo sentido: «Era nueva», «Historia nueva», «Nueva sociedad feliz y justa».

Y esta nueva etapa se ha empezado a preparar durante los últimos meses, «purificando» al país. En este tiempo se han, eliminado cerca de 8.500 hombres políticos y funcionarios, y han sido arrestados alrededor de 30.000 «elementos depravados», entre los que se incluyen disidentes políticos, gracias a los cuales el general Chun ha podido legitimar su poder.

El desarrollo económico espectacular de los últimos quince años ha ido acompañado de las más increíbles prácticas de corrupción. Este desarrollo ha acarreado paralelamente una situación de gran injusticia social, ya que, tal como dijo un líder de la oposición, «el crecimiento se ha hecho a costa de los trabajadores».

En medios oficiales se explica la evolución de los últimos meses justificando la intervención militar y la ley marcial por lo peligrosa que era la situación que se había creado en la República coreana después del asesinato del presidente Park. Se subraya que las violentas manifestaciones estudiantiles, unidas al constante aumento salarial, ponían en peligro la vida del país, en un momento en que Corea del Sur perdía su competitividad y quedaba amenazada por la actitud «agresiva» de Corea del Norte.

Expectativas económicas y políticas

La pausada normalización del país, marcada por la liberalización que se produjo la pasada primavera, ha ido acompañada de una fuerte campaña de Prensa, en la que se ha vendido la imagen de Chun como la del hombre que necesita el país.

Aunque se desconoce todavía cuál va a ser exactamente la doctrina política del nuevo régimen, de momento se ha notado una disminución de los conflictos. Ya no hay huelgas, se han reanudado las exportaciones y, de nuevo, está abierto el crédito extranjero.

Corea se encuentra en un momento crítico de su desarrollo, por lo que es de esperar que se produzca una gran movilización económica, ya que el conjunto de la nación está de acuerdo en mantener el crecimiento. En opinión de muchos, a partir de ahora todo el mundo disfrutará de libertades, a cambio de que se resignen a no hacer política.

En este sentido, preocupa el juicio, que actualmente se está desarrollando, contra Kim Dae Jung, líder de la oposición, y otros doce acusados de destabilizar el país. Ayer, Kim, para el que se pide la pena de muerte, negó ante el tribunal militar que le juzga haber organizado manifestaciones y movimientos violentos contra el régimen. Por otra parte, declaró estar seguro de haber resultado elegido presidente si se hubieran realizado elecciones libres.

Kim es un hombre político de oposición, tan moderado como popular, pero molesto para el régimen actual. La sentencia que dicten contra él será un importante indicio de la orientación política del régimen de Chun.