Cartas al director

Haydée Santamaría

En el número de EL PAÍS de 31 de julio leo con dolor la noticia de la muerte de Haydée Santamaría, dirigente cubana y amiga entrañable desde hace muchos años. La nota publicada con motivo de este triste suceso contiene algunas inexactitudes y quisiera poder aclarar algunos puntos de esta información tan sorprendente como ambigua.Haydée Santamaría no fue nunca castigada ni obligada a dejar la dirección de la Casa de las Américas, en La Habana. Únicamente delegó parte de sus actividades cuando su esposo, Armando Hart, actual ministro de Cultura, aceptó realizar una importante labor en la ...

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En el número de EL PAÍS de 31 de julio leo con dolor la noticia de la muerte de Haydée Santamaría, dirigente cubana y amiga entrañable desde hace muchos años. La nota publicada con motivo de este triste suceso contiene algunas inexactitudes y quisiera poder aclarar algunos puntos de esta información tan sorprendente como ambigua.Haydée Santamaría no fue nunca castigada ni obligada a dejar la dirección de la Casa de las Américas, en La Habana. Únicamente delegó parte de sus actividades cuando su esposo, Armando Hart, actual ministro de Cultura, aceptó realizar una importante labor en la provincia de Oriente, acompañándole durante algún tiempo, sin por ello abandonar la dirección de la Casa de las Américas ni su pertenencia al comité central del Partido Comunista de Cuba.

Es ridículo, y por lo menos aventurado, afirmar que Haydée estuviera en estos últimos tiempos «alejada del cenit del régimen», que «la única salida que tenía era ésta, la salida hacia el más allá», y, que, por no ser comunista, según la autora del texto, «siempre trató de acercarse al lado humano».

Lo cierto es que Haydée, persona vehemente y conmovedora, marcada para siempre por la tragedia vivida en la prisión tras las muertes causadas por la tortura de su hermano Abel y de su compañero Boris Santa Coloma, atravesó en los últimos años por momentos difíciles, debidos a problemas estrictamente personales./

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