Carmela García-Moreno afirma en Copenhague que la mujer española sigue discriminada

Carmela García-Moreno, directora general de la Juventud y Promoción Sociocultural y presidenta de la delegación española en la Conferencia Mundial sobre la Mujer que se celebra en Copenhague, expuso ayer en la capital danesa que "la mujer española sigue sufriendo discriminación, a través de la falta de ordenación eficaz en determinados sectores, como la tercera edad, minusválidos y planificación familiar". La directora general señaló, según informó Efe, que «el crecimiento económico no trajo consigo la liberación de la mujer», pero que «la crisis, en cambio, se ha cebado especialmente sobre la...

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Carmela García-Moreno, directora general de la Juventud y Promoción Sociocultural y presidenta de la delegación española en la Conferencia Mundial sobre la Mujer que se celebra en Copenhague, expuso ayer en la capital danesa que "la mujer española sigue sufriendo discriminación, a través de la falta de ordenación eficaz en determinados sectores, como la tercera edad, minusválidos y planificación familiar". La directora general señaló, según informó Efe, que «el crecimiento económico no trajo consigo la liberación de la mujer», pero que «la crisis, en cambio, se ha cebado especialmente sobre la población femenina».

Carmela García-Moreno comenzó resaltando que era la primera vez que las representantes españolas no acudían a una conferencia internacional pidiendo solidaridad en la lucha por la democracia, y dedicó «un recuerdo fraternal a las mujeres españolas y de otras naciones que, en ocasiones similares, buscaron el aliento de otros países en favor del mantenimiento de su propia identidad como pueblo, siendo el último ejemplo, como ustedes saben, Bolivia».La delegada española dijo que «el estancamiento que ha seguido a la crisis energética ha hecho recaer con especial dureza el peso del ajuste sobre dos segmentos específicos de la población, la juventud y la mujer», e indicó que, a su juicio, las propuestas internacionales para cambiar la situación de la mujer no encuentran el eco suficiente, debido a que siguen prevaleciendo criterios masculinos en las formulaciones y que la política, en términos peyorativos, conforma las estrategias de cada país, por encima de consideraciones para mejorar la situación de la mujer.

La directora general destacó los cambios efectuados en España para cubrir los principios de igualdad de todos ante la ley y citó la despenalización del adulterio y de los anticonceptivos, las normas relativas a la no discriminación por razón de sexo e igualdad de salarios, y el proyecto de reforma del Código Civil en las materias de patria potestad, régimen económico del matrimonio, formas de éste y divorcio. Se refirió a los problemas educativos de la mujer, dependientes, a su juicio, de factores culturales y falta de igualdad de oportunidades, y afirmó que era necesario prever incentivos directos e indirectos, como una política de guarderías laborales y desgravaciones fiscales para la familia. «Se trata de conseguir», dijo, «que el porcentaje de la población activa femenina rebase, por fin, el fatídico 27% que, desde hace ya varios años, hemos alcanzado».

En el ámbito general de la Conferencia Mundial sobre la Mujer, la cuestión palestina y el apartheid continuaron siendo los principales caballos de batalla. La propuesta India, en nombre del grupo de los 77, para que la resolución final de la conferencia condene el sionismo, está siendo combatida por varios países francófonos, como. Costa de Marfil, y otros occidentales La oposición al tema de Israel y Estados Unidos podría llevar a una doble votación del documento final, con la condena del sionismo en un segundo refrendo, para no bloquear los trabajos.

Otra propuesta india suscitó también inquietudes: la petición de que la ayuda a las mujeres palestinas se canalice a través de la OLP. Esto provocó una fuerte réplica de Estados Unidos

Las discusiones de política general, sobre todo las referentes al problema palestino y al apartheid, han dejado en la sombra los problemas específicos de la mujer, o, al menos, éste es el criterio de las mujeres de los países desarrollados, que echan en falta los debates sobre el estatuto de la mujer en la sociedad, la igualdad de salarios entre hombres y mujeres y la doble jornada, que significa cuidar de los hijos y trabajar fuera del hogar.

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