La catástrofe ferroviaria de Torralba

Talgo: cinco accidentes en los últimos cuatro años

El Talgo ha sufrido cinco accidentes, incluido el de Torralba, a lo largo de los últimos cuatro años, si bien de desigual importancia. El 10 de septiembre de 1977, el tren Mare Nostrum colisionó, en las cercanías de Valencia, con un tren de vía estrecha, línea Grao-Valencia, que procedía de esta última ciudad; el siniestro ocurrió en un cruce automático que, según fuentes oficiosas de Renfe, da preferencia a su línea. El balance del accidente fue de seis muertos y veintitrés heridos, pertenecientes todos ellos al convoy de vía estrecha.El más grave de los accidentes sufridos por un Talg...

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El Talgo ha sufrido cinco accidentes, incluido el de Torralba, a lo largo de los últimos cuatro años, si bien de desigual importancia. El 10 de septiembre de 1977, el tren Mare Nostrum colisionó, en las cercanías de Valencia, con un tren de vía estrecha, línea Grao-Valencia, que procedía de esta última ciudad; el siniestro ocurrió en un cruce automático que, según fuentes oficiosas de Renfe, da preferencia a su línea. El balance del accidente fue de seis muertos y veintitrés heridos, pertenecientes todos ellos al convoy de vía estrecha.El más grave de los accidentes sufridos por un Talgo, hasta el último, fue el ocurrido el 15 de diciembre de 1978, en la estación de Manzanares (Ciudad Real), al descarrilar el tren Talgo Madrid-Sevilla-Cádiz, en el que perecieron trece personas y resultaron heridas otras doce. Las causas de este accidente, según el informe elaborado por técnicos de Renfe, fueron el comportamiento anormal de la suspensión, hecho que provocó en último término un cambio forzado de la aguja y desvió parte del convoy hacia otra vía distinta.

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A raíz de este accidente, la comisión permanente del comité de empresa de Renfe difundió un comunicado en el que afirmaba que, en la racha de accidentes registrada en aquéllos momentos, siempre se observaba en ellos la incidencia de una «deficiencia estructural que está en la base de todos los percances», aludiendo a la escasa inversión en instalaciones, material fijo y rodante, incluso en empresas privadas, como Talgo, y la reducción excesiva de plantillas que origina la realización de largas jornadas.

El mismo año, el 30 de junio, se produjo un aparatoso accidente en la localidad valenciana de Buñol, al chocar el tren Talgo 352 de la línea Madrid-Valencia contra un camión atascado en un paso a nivel cercano a dicha localidad. A consecuencia del encontronazo hubo que lamentar un muerto, cuatro heridos graves y otros dieciséis de carácter leve.

Finalmente, el 11 de octubre de 1979 descarriló el tren 251, con destino a Madrid, en la localidad sevillana de Lebrija, con un balance de cinco heridos, sin que se hayan podido determinar las causas hasta el momento.

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