El presidente del Gobierno no tiene previsto recibir próximamente a Rafael Escuredo

Las expectativas surgidas en medios políticos andaluces en torno a una supuesta entrevista entre Adolfo Suárez y Rafael Escuredo pueden verse defraudadas, toda vez que el encuentro no figura entre los temas pendientes del presidente del Gobierno para antes de sus vacaciones. Esta entrevista había sido gestionada por Manuel Pérez Miyares, al poco de ser elegido presidente de la UCD andaluza, como un gesto de buena voluntad hacia Rafael Escuredo, quien en la pasada primavera sufrió un desaire de Adolfo Suárez, que se negó a recibirle después de que la entrevista estuviera formalmente concertada ...

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Las expectativas surgidas en medios políticos andaluces en torno a una supuesta entrevista entre Adolfo Suárez y Rafael Escuredo pueden verse defraudadas, toda vez que el encuentro no figura entre los temas pendientes del presidente del Gobierno para antes de sus vacaciones. Esta entrevista había sido gestionada por Manuel Pérez Miyares, al poco de ser elegido presidente de la UCD andaluza, como un gesto de buena voluntad hacia Rafael Escuredo, quien en la pasada primavera sufrió un desaire de Adolfo Suárez, que se negó a recibirle después de que la entrevista estuviera formalmente concertada con su secretario, Aurelio Delgado.

En aquella ocasión, Adolfo Suárez se negó a recibir a Rafael Escuredo, a raíz de unas declaraciones de este último a EL PAIS, en las que anunciaba que estaba dispuesto a encabezar una rebelión política en Andalucía en caso de que el Gobierno no admitiera la victoria moral y política de los partidarios del «sí» en el referéndum de iniciativa autonómica del 28 de febrero. Posteriormente, el presidente de la Junta de Andalucía sería recibido por el Rey, después de las audiencias concedidas al presidente de la Generalidad de Cataluña y al del Gobierno vasco.El interés de esta entrevista entre el presidente del Gobierno y el de la Junta de Andalucía reside en el convencimiento generalizado de que sólo un acuerdo al más alto nivel va a ser capaz de desbloquear el parón autonómico andaluz.

Las expectativas despertadas por el congreso de UCD andaluza, en Torremolinos, y la posibilidad de una nueva política autonómica por parte de los centristas, que reflejase de alguna manera el triunfo del «sí» en el referéndum del 28 de febrero, pese a la derrota formal, han quedado defraudadas en parte, tras la entrevista Escuredo-Pérez Miyares, en la que hubo poco más que buenas palabras y de claraciones de voluntad autonomista.

Según informa nuestro corresponsal en Sevilla, José Aguilar Pérez Miyares, presidente del centrismo andaluz, no pudo concretar qué fórmula propone su partido para salir del atolladero, en que se halla la autonomía andaluza, evitando la dicotomía entre los artículos 143 y 151 de la Constitución. Solamente en una cosa fue tajante: UCD no admitirá en las circunstancias actuales ninguna reforma legal que permita la repetición del referéndum en Almería, única provincia que el 28 de febrero no alcanzó los votos necesarios.

Tampoco Escuredo ocultó su posición, al declarar que es posible la negación, y conveniente, pero que no hay acuerdo posible si no se respeta la voluntad de 2.500.000 andaluces, que dijeron sí a la autonomía del artículo 151. No es de extrañar, pues, que se esperara con expectación lo que Adolfo Suárez pudiera ofrecer al presidente andaluz, en la seguridad de que es el jefe del Gobierno quien tiene la última palabra en su partido, por muy autónoma que se declare UCD andaluza.

Los partidos de izquierda no ocultan su desconfianza ante las propuestas centristas y el temor de que el partido gubernamental trate de ganar tiempo y enfriar el entusiasmo autonomista de los ciudadanos. Fernando Soto, secretario general del Partido Comunista de Andalucía (PCA-PCE), señaló, tras reunirse el lunes con Escuredo que UCD andaluza no ofrece ninguna garantía. Fernando Soto manifestó su intención de volver a plantear la modificación de la ley de Referéndum, contando esta vez con los votos del PNV, y de recurrir a nuevas movilizaciones populares.

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Finalmente, el comité nacional del Partido Socialista de Andalucía (PSA) ha advertido contra «los nuevos intentos de manejar en consenso centralista al pueblo andaluz».

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