Euskadiko Ezkerra se considera objeto de una "maniobra" del Gobierno

Con cierto aire de escepticismo e incertidumbre se recibió ayer, en medios de Euskadiko Ezkerra (EE), la noticia de la puesta en libertad del dirigente Ignacio Múgica Arregui, que ayer abandonó, a primera hora de la tarde, la cárcel de Carabanchel. El significado de las detenciones supone todavía una incógnita para los militantes de la mencionada coalición, que valorarán el tema en la reunión que su ejecutiva celebra el próximo lunes en San Sebastián. En este sentido, tanto Mario Onaindía como Javier Garayalde, Erreka, miembros de la ejecutiva de Euskadiko Ezkerra, manifestaban ayer...

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Con cierto aire de escepticismo e incertidumbre se recibió ayer, en medios de Euskadiko Ezkerra (EE), la noticia de la puesta en libertad del dirigente Ignacio Múgica Arregui, que ayer abandonó, a primera hora de la tarde, la cárcel de Carabanchel. El significado de las detenciones supone todavía una incógnita para los militantes de la mencionada coalición, que valorarán el tema en la reunión que su ejecutiva celebra el próximo lunes en San Sebastián. En este sentido, tanto Mario Onaindía como Javier Garayalde, Erreka, miembros de la ejecutiva de Euskadiko Ezkerra, manifestaban ayer a este periódico sus dudas ante las «maniobras» de la política del Gobierno. Las últimas detenciones son interpretadas por los dirigentes como «de clara provocación contra una fuerza política que acepta las instituciones a fin de que radicalice sus posturas».

Mario Onaindía, secretario general de EIA y diputado de Euskadiko Ezkerra, afirma que «hay una batalla del ministro Rosón contra nosotros complementada por actos similares a la manifestación convocada por el PSOE y el PCE. Quieren relacionarnos con ETApm a toda costa».

Javier Garayalde, Erreka, detenido el 28 de junio y puesto en libertad cuatro días más tarde, declaró ayer a EL PAIS: «Tenemos nuestras dudas de que el Gobierno se haya tomado alguna vez en serio el significado de la democracia de Euskadi, que ha sido siempre más conflictivo que otros lugares del Estado español. La actitud contra un partido como el nuestro es un claro ejemplo de ello. Personalmente creo que nuestras detenciones obedecen a una política de UCD muy preparada, encaminada hacia la coacción. »

Por su parte, Juan María Bandrés fue más allá en unas declaraciones facilitada ayer a varios medios informativos en las que afirma que si la política gubernamental con respecto a la coalición abertzale continúa, ésta podría «romper la baraja y retirarse del Parlamento».

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