La seguridad de la M-30 aumentará con la construcción de ocho nuevos "escapes"

El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo invertirá 104 millones de pesetas en la creación de ocho nuevos escapes que permitirán la comunicación entre las diferentes calzadas de la M-30 y en la instalación de una señalización mediante la cual se podrá saber con suficiente antelación la calzada por la que hay que circular para tomar alguna de las cincuenta intersecciones de la vía.

No obstante, el presupuesto, aprobado en el último Consejo de Ministros, está elaborado desde enero del pasado año, con costes vigentes en junio de 1978, por lo que los servicios provinciales de carreteras t...

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El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo invertirá 104 millones de pesetas en la creación de ocho nuevos escapes que permitirán la comunicación entre las diferentes calzadas de la M-30 y en la instalación de una señalización mediante la cual se podrá saber con suficiente antelación la calzada por la que hay que circular para tomar alguna de las cincuenta intersecciones de la vía.

No obstante, el presupuesto, aprobado en el último Consejo de Ministros, está elaborado desde enero del pasado año, con costes vigentes en junio de 1978, por lo que los servicios provinciales de carreteras temen que los concursos que se celebren para subastar las obras puedan quedar desiertos.El proyecto ministerial contempla la creación de ocho nuevos escapes, o comunicaciones entre calzadas, que se unirán a los dieciocho ya existentes y que permitirán a los usuarios de la M-30 tener más salidas a la hora de optar por una determinada intersección. Hasta ahora, muchos conductores, debido principalmente a la mala señalización, se pasaban los escapes y se veían obligados por ello a salir por un punto distinto del pensado o a realizar bruscas maniobras que ponían en peligro la circulación.

La solución era crear más escapes y señalizarlos perfectamente par su utilización correcta y segura por parte del conductor. Con esa idea, los servicios provinciales de carreteras del MOPU elaboraron un proyecto que quedó totalmente terminado en enero de 1979.

En la elaboración del estudio participaron Policía Municipal y Jefatura Provincial de Carreteras, en una primera fase, y ayuntamiento y Dirección General de Carreteras, en una segunda ronda.

El proyecto se podía hacer con un presupuesto de 104.344.709 pesetas. A pesar de la urgencia, el proyecto ha permanecido en estudio hasta el pasado viernes, en que fue aprobado por el Consejo de Ministros, sin que se produjera en ningún momento una revisión del presupuesto económico.

Este desfase entre los costos puede suponer que, a pesar de tener ya previsto para este año un gasto de veinticuatro millones de pesetas, el proyecto no pueda realizarse si las empresas privadas deciden dejar desierto el concurso-subasta.

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En caso de que se produjera esta situación, los servicios técnicos se verían obligados a iniciar de nuevo los estudios, lo que retrasaría el inicio de las obras un año más.

Aparte de las ocho comunicaciones entre calzadas, que estarán situadas entre la salida a la avenida de Pío XII y el puente de O'Donnell, se quieren poner 37 pórticos o barras, que van de lado a lado de la M-30, con carteles direccionales; 41 banderolas o postes, que sujetan carteles sobre uno o dos carriles; cuatro mariposas o postes, que se ponen en el centro con carteles hacia ambos lados; veintinueve señales ordinarias, trece placas complementarias y veinticinco paneles direccionales. A esto se sumarán 15.600 metros lineales de pintura para poner señales en el suelo.

Las obras, de ser adjudicadas, se realizarían en ocho meses, y posiblemente la habilitación de los ocho escapes, punto fuerte del proyecto, se haría por la noche.

Aparte de estas obras especiales, la M-30 tiene anualmente unos gastos de conservación y mantenimiento que se elevan a unos cincuenta millones de pesetas. Esta cantidad, considerada insuficiente por los servicios provinciales de carreteras, no da, por ejemplo, para repintar las señales, operación que necesita de un presupuesto extraordinario.

La falta de una partida exclusivamente dedicada a la conservacíón de la M-30 parece que está siendo paliada por acuerdos con el ayuntamiento, que paga el alumbrado o que, gracias a los días del árbol, va haciéndose cargo de las zonas verdes que bordean la vía. Entre las mejoras efectuadas por el MOPU este año figura la aplicación de un producto en el terreno comprendido entre los puentes de San Isidro y de Toledo que permite a los vehículos una mayor capacidad de adherencia. En este tramo murieron diez personas el pasado año, como consecuencia de colisiones con objetos fijos.

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