Ultimátum de Jomeini al Gobierno iraní

El ayatollah Jomeini lanzó ayer uno de sus más violentos ataques contra las autoridades de Teherán. El discurso del líder político-religioso iraní ha constituido todo un ultimátum dirigido al presidente de la República, Abolhassan Banisadr, al Consejo de Revolución y a todos los responsables del régimen, amenazando con convocaren el plazo de diez días al pueblo iraní para derribar al régimen si las autoridades no abandonan su «inactividad».

Jomeini, que se dirigía a una delegación de familias de los «mártires de la revolución», criticó, sin nombrarla, a la jerarquía religiosa (cuyas...

El ayatollah Jomeini lanzó ayer uno de sus más violentos ataques contra las autoridades de Teherán. El discurso del líder político-religioso iraní ha constituido todo un ultimátum dirigido al presidente de la República, Abolhassan Banisadr, al Consejo de Revolución y a todos los responsables del régimen, amenazando con convocaren el plazo de diez días al pueblo iraní para derribar al régimen si las autoridades no abandonan su «inactividad».

Jomeini, que se dirigía a una delegación de familias de los «mártires de la revolución», criticó, sin nombrarla, a la jerarquía religiosa (cuyas ideas predominan en el órgano supremo del país, el Consejo de la Revolución) y al presidente Banisadr, denunciando la debilidad de un régimen que, «entregado a la burocracia», no ha hecho nada para borrar, dieciséis meses después de la victoria revolucionaria, «los signos omnipresentes de idolatría en cada uno de los ministerios»«Si, en diez días, existen todavía los membretes del antiguo régimen en los papeles oficiales, diré a la nación que haga con vosotros lo que ya hizo con el antiguo régimen», amenazó Jomeini a los dirigentes del actual Irán.

Por primera vez desde el pasado mes de enero (fecha en que se disolvió el secretariado político del ayatollah Jomeini), la oficina del imán ha considerado oportuno destacar la importancia de la advertencia, publicando, poco después de que Radio Teherán difundiese el discurso, un comunicado especialmente dirigido al Consejo de la Revolución, precisando aún más su crítica a las actuales instituciones.

«Los ministerios, la Administración, el Ejército, la gendarmería y la policía tienen, un año y medio después del triunfo de la revolución, marcas del sello de la idolatría», precisa el comunicado, que exige que los «ministros musulmanes responsables actúen radicalmente antes de diez días, con el fin de disipar la inquietud del imán».

Detrás del símbolo del «membrete imperial», evocado por el discurso del ayatollah, existe, según los observadores, una de las más virulentas críticas que el guía de la revolución ha hecho hasta el momento para denunciar la lentitud del actual equipo en el poder.

Desde hace una semana, Jomeini no ha cesado de denunciar las «desuniones» en el seno del equipo dirigente, en el que dos fracciones (integristas religiosos y tecnócratas) se disputan el poder. El imán había mostrado el martes su inquietud por la lenta marcha de los trabajos parlamentarios y atacó duramente a los musulmanes «sedicentes», que «pretenden ser muyaijdines o fedayines del pueblo» e interpretan erróneamente el Islam.

Doce hombres y una mujer fueron fusilados en la región iraní de Machad, después de ser acusados de traficar drogas. Otras ocho personas más fueron ejecutadas en Ahvaz (Juzestán), condenadas por «sabotaje, prostitución y compló contra la República Islámica».