El Rey reiteró al presidente americano la voluntad de independencia de España
El rey Juan Carlos dió la bienvenida a España al presidente Carter en un discurso pronunciado en el palacio de Oriente, en el que dijo, entre otras cosas:
«Constituye para la Reina y para mi una gran satisfacción daros la bienvenida en nombre del pueblo español. Un pueblo de jóvenes ilusiones y viejas sabidurías, que a lo largo de su historia varias veces milenaria ha ido forjando una sólida nación, firmemente unida, y ha establecido como sus valores más queridos, el amor a la libertad, la voluntad de independencia, el sentido de la dignidad y una, decidida vocación de paz».«Un profundo...
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El rey Juan Carlos dió la bienvenida a España al presidente Carter en un discurso pronunciado en el palacio de Oriente, en el que dijo, entre otras cosas:
«Constituye para la Reina y para mi una gran satisfacción daros la bienvenida en nombre del pueblo español. Un pueblo de jóvenes ilusiones y viejas sabidurías, que a lo largo de su historia varias veces milenaria ha ido forjando una sólida nación, firmemente unida, y ha establecido como sus valores más queridos, el amor a la libertad, la voluntad de independencia, el sentido de la dignidad y una, decidida vocación de paz».«Un profundo anhelo de libertad, que el español ha guardado celosamente como el más preciado don, junto a esa permanente voluntad de independencia, que nunca se sometió a la fuerza, la amenaza o el halago: estos son, señor presidente los más hondos sentimientos de nuestro pueblo».
Contra toda violencia
«España está contra la amenaza y el Uso de la fuerza; contra todas las formas de violencia y de intervención en los asuntos internos de los Estados. En consecuencia, hemos adoptado una actitud clara y firme en la condena de esas intervenciones desde una posición solidaria con los países del mundo Occidental al que pertenecemos».«Pero desde esa firmeza, somos y seguiremos siendo partidarios de la distensión, y estamos dispuestos a aportar nuestra contribución a un diálogo entre el Este y el Oeste. Aquí es donde creemos que la Conferencia de Madrid debe desempeñar un importante papel».
«No es posible construir y consolidar la paz sobre el egoísmo, la insolidaridad y la injusticia en el mundo interdependiente en que vivimos. Cooperación desde la libertad; solidaridad desde la independencia; lealtad desde la dignidad. Así es como España concibe sus relaciones de amistad».
«Una amistad que nos une con la Europa a la que pertenecemos, con la que compartimos proyectos y esperanzas y en cuyas instituciones tenemos derecho a participar plenamente, con la gran familia de pueblos iberoamericanos, en los que España encontrará siempre su Norte y su destino, con los pueblos árabes y africanos, tan próximos por la geografía y tan cercanos por la historia y la cultura. Una amistad que nos vincula a la nación americana».