Moción de censura comunista contra el Gobierno portugués

La presentación de una moción de censura contra el Gobierno de Sa Carneiro ha sido la conclusión de dos días de debate sobre la política social del Gabinete portugués, suscitado por el grupo parlamentario comunista mediante una interpelación.Para el primer ministro, Sa Carneiro, se trata de un gesto gratuito, ya que la sesión del jueves era la última de la actual legislatura. Sin embargo, nada parece oponerse a que la moción de censura sea votada durante una prórroga de quince días, que tendrá que decidir el lunes la comisión permanente del Parlamento.

Está ya prácticamente decidido...

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La presentación de una moción de censura contra el Gobierno de Sa Carneiro ha sido la conclusión de dos días de debate sobre la política social del Gabinete portugués, suscitado por el grupo parlamentario comunista mediante una interpelación.Para el primer ministro, Sa Carneiro, se trata de un gesto gratuito, ya que la sesión del jueves era la última de la actual legislatura. Sin embargo, nada parece oponerse a que la moción de censura sea votada durante una prórroga de quince días, que tendrá que decidir el lunes la comisión permanente del Parlamento.

Está ya prácticamente decidido que las vacaciones parlamentarias, que debían iniciarse legalmente el 15 de junio, no tengan lugar antes de la primera semana de julio. La mayoría parlamentaria tiene pendientes de aprobación leyes importantes, como las de nacionalidad y sistema electoral. El viceprimer ministro anunció también que el ejecutivo se propone solicitar más de 30 autorizaciones legislativas y de someter a votación un proyecto de ley sobre el referéndum.

Al terminar el debate sobre la interpelación comunista, el primer ministro se lanzó a una intervención política de fondo, pues, en su opinión, la discusión de la política social fue un simple pretexto utilizado por la oposición en su estrategia global para derrumbar al Gobierno. Para Sa Carneiro, las distintas fuerzas de oposición cumplen cada una un papel distinto en esta estrategia global: mientras el partido comunista intenta con huelgas y manifestaciones hacer volver a Portugal al clima de inestabilidad que existía antes de la victoria electoral de Alianza Democrática, otros sectores se dedican a «federar las fuerzas presidencialistas».

Quienes apoyan al general Eanes son considerados por el primer ministro portugués como «complementos de la estrategia comunista». «El actual Gobierno ha demostrado que es posible dirigir Portugal sin el apoyo y contra la voluntad del partido comunista, lo que no se había hecho hasta la fecha». Este éxito, en opinión de Sa Carneiro, será confirmado por las próximas elecciones: las legislativas darán una mayoría ampliada a Alianza Democrática, y las presidenciales serán ganadas por el general Soares Carneiro, que tiene el apoyo de la coalición gubernamental.

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