La ciudad de Vitoria, designada capital de la comunidad vasca

Pese a las abundantes críticas cosechadas durante el debate por el proyecto de ley presentado por el Gobierno vasco proponiendo la designación de Vitoria como capital de la comunidad vasca, a la hora de la votación tan sólo Alianza Popular mantuvo el no, absteniéndose Euskadiko Ezkerra y PCE, y votando favorablemente, junto al PNV, socialistas y centristas. Dicha votación constituyó el punto culminante del Pleno del Parlamento vasco, reunido ayer, por segunda vez desde su constitución, en Bilbao.El resultado no hizo, por otra parte, sino confirmar los argumentos de quienes, estando a favor o e...

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Pese a las abundantes críticas cosechadas durante el debate por el proyecto de ley presentado por el Gobierno vasco proponiendo la designación de Vitoria como capital de la comunidad vasca, a la hora de la votación tan sólo Alianza Popular mantuvo el no, absteniéndose Euskadiko Ezkerra y PCE, y votando favorablemente, junto al PNV, socialistas y centristas. Dicha votación constituyó el punto culminante del Pleno del Parlamento vasco, reunido ayer, por segunda vez desde su constitución, en Bilbao.El resultado no hizo, por otra parte, sino confirmar los argumentos de quienes, estando a favor o en contra de la capitalidad de Vitoria, insistieron en el carácter político -y no meramente administrativo- del tema en discusión. De la intervención del socialista Ricardo García Gamborenea, por ejemplo, más podría deducirse una actitud de rechazo global, por razones tanto de forma como de fondo, que el apoyo crítico que finalmente expresó el voto de su grupo. Damborenea resaltó en particular la falta de debate popular y consulta previa a instituciones y fuerzas representativas de la sociedad vasca -desde los sindicatos hasta la universidad- como defecto fundamental de la propuesta gubernamental. Coincidía en esto con el comunista Roberto Lertxundi, cuya enmienda a la totalidad pedía la retirada del proyecto hasta que, tras esas consultas y el debate subsiguiente, la decisión a adoptar tuviera un mínimo de garantías de ser comprendida y apoyada por la población.

Los representantes de UCD, en cuyo grupo se sabía que existían posturas divergentes, dejó libertad de voto; pero, a la hora de emitirlo -en votación nominal-, ninguno de sus diputados dijo no a la propuesta del Gobierno. Tampoco hubo fisura alguna en las filas del PNV, pese a que también era conocida la oposición personal de algunos de sus diputados. Así las cosas, Vitoria fue designada sede provisional de las instituciones autonómicas por 39 votos a favor, dos en contra y siete abstenciones. El portavoz socialista, en su explicación de voto, aclaró que, ante todo, su grupo quería evitar que una decisión tan importante fuera aprobada «por una mayoría ridícula».

Por su parte, EE propuso, alternativamente, llevar la capitalidad a San Sebastián, ciudad que consideró mejor situada geográficamente.

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