Bilbao perdió la par

El hecho más destacable de la jornada de ayer en las bolsas españolas fue la pérdida de la par por el índice del mercado bilbaíno.Por lo demás, la jornada careció de relevancia. Los valores bancarios se mantenían con una abundante oferta, y en Madrid, para el conjunto de los siete grandes, se rebasaba ampliamente la cifra de 350.000 títulos. Las repeticiones en bloque en sus cambios se forzaban en base a tomar sólo el 30% del papel que les ofertaban. Evidentemente se dio un nuevo caso de benevolente comprensión por parte de los repesentantes de la junta sindical. Al cierre sólo se aprec...

El hecho más destacable de la jornada de ayer en las bolsas españolas fue la pérdida de la par por el índice del mercado bilbaíno.Por lo demás, la jornada careció de relevancia. Los valores bancarios se mantenían con una abundante oferta, y en Madrid, para el conjunto de los siete grandes, se rebasaba ampliamente la cifra de 350.000 títulos. Las repeticiones en bloque en sus cambios se forzaban en base a tomar sólo el 30% del papel que les ofertaban. Evidentemente se dio un nuevo caso de benevolente comprensión por parte de los repesentantes de la junta sindical. Al cierre sólo se apreciaba la firme decisión de los cuidadores de estas entidades de mantener los cambios por encima del 200%, contra viento y marea.

Las eléctricas aportaron buenas maneras en su contratación y conseguían apuntarse algunos avances significativos, como era el caso de Iberduero. Entre el resto de los valores continuó el deterioro, que tuvo su expresión más significada en los tres mínimos históricos, que alcanzaban valores de la significación de Dragados, Explosivos y Telefónica. Energías, a pesar de confirmarse los casi doscientos millones de pérdidas que ha registrado en el pasado ejercicio, sumaba medio punto, quizá porque estos resultados negativos fueron descontados hace unas semanas, cuando se produjo el descuelgue de su precio por debajo del 20%. El «mercadillo» de letras se mantuvo en su papel estelar, y la negociación en la Bolsa de Madrid superaba los cien millones de pesetas.