RELIGION

Las iglesias católica y ortodoxa, contra el sacerdocio de las mujeres

El pasado día 28 de abril, la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa rusa han hecho público, simultáneamente, en Roma y Moscú, un documento conjunto en el que se muestran de acuerdo en no admitir a las mujeres al ministerio sacerdotal.Este ha sido el resultado de conversaciones teológicas mantenidas a orillas del mar Negro, en Odesa, por representantes de ambas iglesias, continuando contactos iniciados en Leningrado el año 1970.

El acuerdo dice taxativamente: «Ambas iglesias no ven la posibilidad de cambiar una tradición universal y continua desde Cristo y los apóstoles, que no admite l...

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El pasado día 28 de abril, la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa rusa han hecho público, simultáneamente, en Roma y Moscú, un documento conjunto en el que se muestran de acuerdo en no admitir a las mujeres al ministerio sacerdotal.Este ha sido el resultado de conversaciones teológicas mantenidas a orillas del mar Negro, en Odesa, por representantes de ambas iglesias, continuando contactos iniciados en Leningrado el año 1970.

El acuerdo dice taxativamente: «Ambas iglesias no ven la posibilidad de cambiar una tradición universal y continua desde Cristo y los apóstoles, que no admite la ordenación de las mujeres para el ministerio sacerdotal».

Al mismo tiempo el documento reconoce que la fe cristiana ha contribuido a renovar profundamente la visión que se tiene de la mujer, reitera la igualdad de hombres y mujeres y estimula la participación de las mujeres, en plena asociación con el hombre, en la realización tanto de sus funciones sociales como de sus tareas dentro de la comunidad eclesial.

El acuerdo entre la Iglesia católica y la ortodoxa, ambas de origen apostólico, con una tradición de veinte siglos en el tema, si bien es un paso ecuménico entre ambas iglesias, puede constituir un serio obstáculo en la relación con los protestantes.

A finales de 1975, el papa Pablo VI escribía al primado anglicano doctor Donald Coggan: «La nueva medida adoptada por la comisión anglicana al admitir mujeres al sacerdocio ministerial no puede dejar de introducir en el diálogo ecuménico un elemento de grave dificultad». Anteriormente el dirigente anglicano había enviado una carta al Papa anunciándole la búsqueda de un acuerdo sobre el tema del sacerdocio femenino.

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