Los encendedores de plástico no ofrecen peligro de explosión

«Los mecheros de gas con carcasa de plástico no ofrecen peligro de explosión». Esta es la conclusión a la que ha llegado la jefatura de armamento de la Guardia Civil después de una serie de rigurosas pruebas concluidas el día 1 de abril, y realizadas con motivo de la alarma que cundió entre la opinión pública a raíz de la explosión de varios mecheros que causaron la muerte de sus dueños.Las comprobaciones técnicas realizadas por la Guardia Civil y expuestas por el jefe del Estado Mayor de la Benemérita, general Redríguez Toquero, han consistido en cinco pruebas, a las que se han sometido a mec...

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«Los mecheros de gas con carcasa de plástico no ofrecen peligro de explosión». Esta es la conclusión a la que ha llegado la jefatura de armamento de la Guardia Civil después de una serie de rigurosas pruebas concluidas el día 1 de abril, y realizadas con motivo de la alarma que cundió entre la opinión pública a raíz de la explosión de varios mecheros que causaron la muerte de sus dueños.Las comprobaciones técnicas realizadas por la Guardia Civil y expuestas por el jefe del Estado Mayor de la Benemérita, general Redríguez Toquero, han consistido en cinco pruebas, a las que se han sometido a mecheros fabricados en España y de uso corriente. Estas pruebas comenzaron con un intento de explosión provocada a un encendedor comercial de plástico se le adosó un multiplicador y se le dio fuego con mecha lenta. El resultado fue la destrucción del mechero sin explosión. La segunda prueba consistió en poner un encendedor en contacto con una mecha lenta encendida. Las chispas no perforaron la carcasa y no hubo explosión. Posteriormente se rebajó la protección de plástico de la carcasa y se le adosó una cerilla eléctrica, que perforó la capa de plástico, pero no provocó explosión alguna.

La cuarta prueba consistió en adosar al multiplicador un trozo de mecha rápida de tres centímetros, y se le dio fuego con mecha lenta, lo que produjo la destrucción del encendedor sin que éste explosionara. Finalmente se arrojó un encendedor a una hoguera. La carcasa se fundió y la salida del gas produjo una llamarada sin explosión.

Este test de peligrosidad realizado por la Guardia Civil se sugirió por el servicio de información del Cuerpo cuando la prensa se hizo eco de varios casos de muerte registrados en talleres de soldadura de EE UU. Algunos trabajadores que utilizaban ese tipo de encendedor murieron al explosionar sus mecheros como cartuchos de dinamita al ser alcanzados por chispas de la soldadura.

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