Crítica:

"Encuentros": conversación con Rafael Alberti

El poeta Rafael Alberti protagoniza durante una hora el programa Encuentros con las letras, que se emite esta noche por la segunda cadena, programa que dentro de dos semanas cumplirá su cuarto año en antena. La conversación de Rafael Alberti con Miguel Bilbatúa prosigue la entrevista ya emitida el 18 de octubre del pasado año e interrumpida con los comentarios del poeta a su libro Entre el clavel y la espada (1941), primera de sus obras publicadas durante el largo exilio.Rafael Alberti, nacido en El Puerto de Santa María, en 1902, miembro del Partido Comunista desde 1931 y exilia...

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El poeta Rafael Alberti protagoniza durante una hora el programa Encuentros con las letras, que se emite esta noche por la segunda cadena, programa que dentro de dos semanas cumplirá su cuarto año en antena. La conversación de Rafael Alberti con Miguel Bilbatúa prosigue la entrevista ya emitida el 18 de octubre del pasado año e interrumpida con los comentarios del poeta a su libro Entre el clavel y la espada (1941), primera de sus obras publicadas durante el largo exilio.Rafael Alberti, nacido en El Puerto de Santa María, en 1902, miembro del Partido Comunista desde 1931 y exiliado poco antes de acabar la guerra civil en Francia, Argentina, Uruguay e Italia, escritor destacado de la generación del veintisiete, enjuicia su obra poética y teatral y su propia vida a lo largo de este número de Encuentros.

«Soy un poeta muy elegíaco en el fondo», dice a propósito de Retornos de lo vivo lejano (1952). «Soy un poeta que cuenta mucho el pasado vivo, por eso lo llamo de lo vivo lejano y no de lo muerto lejano. Lo vivo lejano está tan presente que tiene una gran sustancia poética para poderla manejar».

Rafael Alberti se dedicó a la pintura durante algunos años, antes de publicar los primeros poemas, en 1922. El poeta abunda en reflexiones sobre su primera vocación, reflejadas en su libro A la pintura, escrito «al acabarse la guerra grande» (1948). «Para mí», dice Alberti, «el Museo del Prado ha sido el alimento más grande que yo he tenido en la vida y el que sigo teniendo. Aun estando en Madrid, y no yendo al museo, tengo nostal gia de dos o tres años que puedo decir que he vivido en el museo y que me dejó una huella como si los personajes pintados estuvieran to talmente vivos. Y puedo hablar con ellos y constantemente aludo a ellos. En este libro pequeño de Versos sueltos de cada día tengo muchas alusiones a los personajes que están en el museo todas esas ninfas es como si corriesen por las salas o bajasen de los cuadros ( ... ). Para hacer los poemas de los colo res, el azul, el rojo, etcétera (se re fiere al libro A la pintura), me pa reció que para hacer esos aforismos poéticos debía yo de recurrir a la pintura y empecé a manejar colores, a mezclarlos, para ver lo quedaba».

Rafael Alberti habla también de su amistad con Pablo Picasso, a quien visitaba casi todos los inviernos. «Casi todos los días iba a verle a eso de las siete de la tarde. Poco tiempo, porque Picasso era un hombre que miraba el reloj constantemente, porque contaba los minutos de la vida ( ... ). Hablábamos de todo. El me decía: la gente creerá que estamos haciendo frases inmortales cuando estamos diciendo verdaderas tonterías».

El programa se cierra con Rafael Albertí recitando su poema de Las coplas de Juan Panadero: «¡Pobre poeta perdido,/ pasar de Sobre los ángeles la coplero del partido! ».

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