Don Juan Carlos: "Ayudad al mando con lealtad"

«Sois un servicio del mando y os corresponde ayudar al mismo con absoluta lealtad y subordinación estricta, identificándoos plenamente con él en el momento de la decisión», dijo ayer el rey Juan Carlos en el acto de imposición de fajas a los integrantes de la 76 promoción de la Escuela de Estado Mayor, celebrado en la sede de la misma, en Madrid. Al acto asistieron también el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez; el vicepresidente primero del Gobierno, teniente general Gutiérrez Mellado; el ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún; el de Universidades, Luis González Seara; el president...

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«Sois un servicio del mando y os corresponde ayudar al mismo con absoluta lealtad y subordinación estricta, identificándoos plenamente con él en el momento de la decisión», dijo ayer el rey Juan Carlos en el acto de imposición de fajas a los integrantes de la 76 promoción de la Escuela de Estado Mayor, celebrado en la sede de la misma, en Madrid. Al acto asistieron también el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez; el vicepresidente primero del Gobierno, teniente general Gutiérrez Mellado; el ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún; el de Universidades, Luis González Seara; el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, teniente general Alfaro Arregui, y altas autoridades de los tres ejércitos.En su discurso, el Rey dijo también a los integrantes de la 76 promoción de la Escuela de Estado Mayor que la formación profesional del militar debe ser «ambiciosa y perfectible, para obtener el mayor rendimiento a los sofisticados y modernos materiales». Don Juan Carlos añadió: «Podemos, incluso, afirmar que un militar sin cultura, sin una preparación profunda, aunque reúna condiciones distinguidas de valor, cuenta poco hoy en día, tanto en la paz, durante la que hemos de prepararnos profesionalmente para merecer la cofianza que la patria deposita en nosotros, como en la guerra, cuando es preciso demostrar que aquélla fue depositada en buenas manos.»

«Sin ocultar el valor preponderante que tienen la técnica, los materiales y la preparación profesional», añadió el Rey, «sabemos muy bien, y no es ni necesario recordar lo, que por encima de todo está el hombre, por cuya vida hemos de velar constantemente, por cuya capacidad en el combate debemos preocuparnos día a día, minuto a minuto, para que ese legendario soldado español siga siendo respetado en el mundo ».

El Rey dijo también que el buen diplomado de Estado Mayor ha de conocer y ejercitar mejor los deberes que los derechos, y advirtió: «Posiblemente sentiréis en alguna ocasión la tentación del protagonismo, pero desechadla inmediatamente, porque en el Estado Mayor la principal cualidad es el trabajo anónimo, puntual y eficaz.»

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