Los Amigos de la Cultura valoran positivamente las fiestas
La Asociación Amigos de la Cultura, integrante de la coordinadora formada por entidades ciudadanas de barrio y el Ayuntamiento para la preparación de los carnavales, ha valorado positivamente la participación alcanzada en esta primera edición de las fiestas, aun reconociendo los múltiples fallos de organización y la falta de costumbre.La coordinadora señala que, efectivamente, los carnavales madrileños no pueden compararse a los de Cádiz o Tenerife, que no ha habido demasiada gente disfrazada y que los disfraces no reflejaban, en general, mucha raigambre tradicional. Pero la asociación citada ...
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La Asociación Amigos de la Cultura, integrante de la coordinadora formada por entidades ciudadanas de barrio y el Ayuntamiento para la preparación de los carnavales, ha valorado positivamente la participación alcanzada en esta primera edición de las fiestas, aun reconociendo los múltiples fallos de organización y la falta de costumbre.La coordinadora señala que, efectivamente, los carnavales madrileños no pueden compararse a los de Cádiz o Tenerife, que no ha habido demasiada gente disfrazada y que los disfraces no reflejaban, en general, mucha raigambre tradicional. Pero la asociación citada rechaza la valoración negativa qué se ha dado en la prensa. «No se puede ignorar que el carnaval ha estado enterrado muchos años», señala la nota. «El carnaval se ha organizado con muy poco tiempo y con muchos esfuerzos por parte de los barrios y con la colaboración municipal». Añade luego que no es y casualidad que donde mejor han salido las fiestas haya sido en Vallecas, donde asociaciones de vecinos y grupos culturales llevaban tiempo preparándolos. «Esa es la forma de hacer resurgir el carnaval con fuerza. »
La Asociación Amigos de la Cultura estuvo en contra de la pretensión del colectivo 4 Gatos, en el sentido de que el Ayuntamiento les subvencionara con dos millones de pesetas para organizar un carnaval en el centro, lo que fue rechazado también por entidades ciudadanas de barrio, que prefirieron unos carnavales descentralizados.