Vecinos de San Blas se encierran para que no echen a sus sacerdotes
Un grupo de vecinos de San Blas iniciaron ayer por la mañana un encierro de dos días de duración, en la parroquia de Jesús Divino Obrero, en apoyo de Ambrosio, Gonzalo y Nino, los tres curas de la citada parroquia que, por decisión de sus superiores en la Orden Dominicana y a instancias del vicario episcopal de la zona, Luis Maicas, están a punto de ser trasladados. En solidaridad con los tres sacerdotes, más de cuarenta compañeros de otros barrios madrileños concelebraron ayer, en la parroquia de Jesús Obrero, la misa de las ocho de la tarde.La decisión de celebrar el encierro surgió en el cu...
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Un grupo de vecinos de San Blas iniciaron ayer por la mañana un encierro de dos días de duración, en la parroquia de Jesús Divino Obrero, en apoyo de Ambrosio, Gonzalo y Nino, los tres curas de la citada parroquia que, por decisión de sus superiores en la Orden Dominicana y a instancias del vicario episcopal de la zona, Luis Maicas, están a punto de ser trasladados. En solidaridad con los tres sacerdotes, más de cuarenta compañeros de otros barrios madrileños concelebraron ayer, en la parroquia de Jesús Obrero, la misa de las ocho de la tarde.La decisión de celebrar el encierro surgió en el curso de una asamblea, la segunda, que se desarrolló el jueves pasado y a la que asistieron cerca de un millar de personas. En el curso de la citada asamblea informaron las dos comisiones que habían sido formadas para entrevistarse con el vicario episcopal y con los superiores dominicos. La primera de ellas dio cuenta de la tensión que presidió el intento de negociación con el señor Maicas -quien llegó a afirmar que «todo está manipulado en esas asambleas»-, en tanto que la encargada de entrevistarse con los superiores de la Orden informó del tono amistoso que presidió la entrevista, si bien en este caso todo pareció quedar a merced de lo que decidiera el vicario.
Durante la asamblea del jueves pasado, más de una intervención solicitó públicamente la dimisión de Luis Maicas, toda vez que «el carisma de la jerarquía cristiana es de servicio, de coordinación y de unidad -no para mandar e imponer- y Maicas ni nos sirve ni nos ayuda a mantener la unidad». Esas mismas intervenciones, afirmaban el talante «viejo e impositivo» de la Iglesia que representa Luis Maicas.
Aparte del encierro de ayer y hoy en la misma parroquia, la asamblea decidió nombrar una comisión para que se entrevistara con el cardenal Tarancón.
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