El presidente argelino visita la frontera con Túnez
El presidente Chadli Bendjedid se trasladó ayer, en compañía de otros dirigentes argelinos, a la región de Constantina, fronteriza con Túnez. En esta zona se han producido recientemente algunos incidentes relacionados con el renacimiento del integrismo musulmán, a la vez que fue objeto de una infiltración por el comando tunecino que atacó Gafsa con la intención de comprometer a Argelia.
La visita del jefe del Estado argelino a la región de Constantina denota la preocupación que han causado en Argel los acontecimientos de Gafsa y tiende a obtener precisiones sobre la forma en que el ...
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El presidente Chadli Bendjedid se trasladó ayer, en compañía de otros dirigentes argelinos, a la región de Constantina, fronteriza con Túnez. En esta zona se han producido recientemente algunos incidentes relacionados con el renacimiento del integrismo musulmán, a la vez que fue objeto de una infiltración por el comando tunecino que atacó Gafsa con la intención de comprometer a Argelia.
La visita del jefe del Estado argelino a la región de Constantina denota la preocupación que han causado en Argel los acontecimientos de Gafsa y tiende a obtener precisiones sobre la forma en que el comando armado integrado por emigrantes tunecinos en Libia pudo penetrar aparentemente en territorio argelino y salir luego sin ser detectado por los servicios de vigilancia de este país.
Argelia no ha reconocido de manera oficial que haya existido esa infiltración y sólo ha expresado «estupefacción y pesar» por el ataque a Gafsa. También ha señalado que en el pasado se habían interceptado alijos de armas destinados aparentemente a grupos que operan en Túnez, y que los días que precedieron el ataque a Gafsa no se detectó infiltración ni paso alguno de personas no identificadas por la zona fronteriza.
El embarazo que causa a los argelinos el incidente es bastante normal si se tiene en cuenta que, a pesar de las buenas relaciones políticas existentes con Trípoli, la personalidad del coronel Gadafi y sus métodos no son acogidos con entusiasmo en este país, aunque no se diga de forma pública.