El ingreso en la CEE impondrá mayor productividad al textil español

La necesidad de un plan de reconversión de la industria textil española más amplio que el de la actual reestructuración en la industria algodonera es la conclusión a que llega un estudio realizado ante el ingreso de España en la CEE, editado por la Asociación Industrial Textil de Proceso Algodonero. La citada reconversión significa, según el estudio, un mayor nivel de productividad y una mayor modernización de los procesos, con la consiguiente reducción de puestos de trabajo.El estudio parte de una situación de este sector en España que se caracteriza por una demanda interior estacionaria en l...

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La necesidad de un plan de reconversión de la industria textil española más amplio que el de la actual reestructuración en la industria algodonera es la conclusión a que llega un estudio realizado ante el ingreso de España en la CEE, editado por la Asociación Industrial Textil de Proceso Algodonero. La citada reconversión significa, según el estudio, un mayor nivel de productividad y una mayor modernización de los procesos, con la consiguiente reducción de puestos de trabajo.El estudio parte de una situación de este sector en España que se caracteriza por una demanda interior estacionaria en los últimos años, exportaciones que alcanzaron su último techo en 1978, reducción del número de empresas y establecimientos que integran el sector, a pesar de que el total es muy elevado, y productividad inferior a la registrada en el marco europeo.

Las ventajas que supondrá para el sector la entrada de España en el Mercado Común las cifra el estudio de AITPA en la ampliación potencial del mercado, en la reducción de los costes de las materias primas y los productos auxiliares y en la reducción de los precios de la maquinaria y los equipos importados. Los efectos negativos los encontrará el subsector en la libre competencia de los productos y en la bastante reducida protección que ofrece la tarifa exterior común.

El estudio de AITPA propone una serie de medidas específicas para paliar los posibles efectos negativos en la vida del subsector, entre las que destacan una política arancelaria tendente a conseguir un calendario de ingreso en la CEE parejo al de los costes de los imputs (materias primas, maquinaria, tintes y colorantes), supresión de las restricciones cuantitativas y otras de carácter coyuntural. Entre éstas figuran la mejora de la productividad mediante la modernización del equipo, «que lleva implícita la sustitución de trabajo por capital y, por consiguiente, de llevarse a cabo, se reducirá el volumen de empleo generado». Entre las medidas de carácter financiero figura la posibilidad de disponer de recursos financieros a medio y largo plazo y de recursos del Banco de Crédito Industrial.

En la presentación del estudio, Luis Viladomiú, presidente de la Asociación Industrial- Textil de Proceso Algodonero, recalcó que «la industria textil española necesita un plan de reconversión más amplio que el de la reestructuración que está hoy en marcha en la industria algodonera, si pretendemos entrar en la CEE con posibilldades de pervivencia». Al referirse a las exportaciones, Luis Viladomiú comentó que «la capacidad de competencia con el Mercado Común se ha reducido enormemente en los últimos años. Las causas hay que buscarlas en la instalación española, el aumento de los costes y la convertibilidad de la moneda».

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