Cartas al director

Estudiar en la emigración

Quisiéramos aprovechar la hospitalidad de EL PAIS para exponer públicamente los problemas planteados a los alumnos de BUP del Aula de Vevey (Suiza).Durante los tres últimos años, en la escuela complementaria de lengua y cultura españolas de Vevey se ha dispensado la enseñanza de los tres cursos de BUP gracias a los esfuerzos de la responsable del Aula y de otros tres profesores. A partir del presente curso académico, veinticuatro profesores han sido nombrados por la Administración central española para atender la enseñanza del BUP y COU en toda Suiza.

El resultado es que en Vevey nuestr...

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Quisiéramos aprovechar la hospitalidad de EL PAIS para exponer públicamente los problemas planteados a los alumnos de BUP del Aula de Vevey (Suiza).Durante los tres últimos años, en la escuela complementaria de lengua y cultura españolas de Vevey se ha dispensado la enseñanza de los tres cursos de BUP gracias a los esfuerzos de la responsable del Aula y de otros tres profesores. A partir del presente curso académico, veinticuatro profesores han sido nombrados por la Administración central española para atender la enseñanza del BUP y COU en toda Suiza.

El resultado es que en Vevey nuestros cuarenta alumnos que provienen de un radio de treinta kilómetros, se llan quedado prácticamente sin posibilidad de continuar sus estudios. Durante el pasado curso disponían de catorce horas de clase por semana y este año, cuando los nuevos profesores se dignan desplazarse de Lausana a Vevey, tienen cuatro horas de tutorías por semana, a repartir entre todos los alumnos y asignaturas.

Protestamos, en primer lugar, por la actitud del agregado de Educación de la embajada de España en Berna con los profesores que han introducido el BUP en nuestra región, a los cuales se les ha marginado injustamente sin preaviso ni explicación. Igualmente, queremos denunciar el hecho, de que con la supresión de la enseñanza regular del BUP en Vevey, nuestros hijos pierden prácticamente la última oportunidad de superar la selección escolar suiza particularmente severa hacia Ios hijos de los emigrantes.

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Como emigrantes sufrimos a diario toda una serie de discriminaciones cívicas en el país de destino, pero el hecho de que las propias autoridades españolas tomen medidas que nos perjudican gravemente nos sorprende y apena. Ingenuamente, pensábamos que el Estado y sus funcionarios estaban ya de nuevo al servicio de los ciudadanos.

En Suiza habrá ahora catedráticos y agregados de instituto españoles, pero en la región del Alto Lémano nuestros hijos, que ayer tenían buenos profesores, hoy no disponen ni de profesores ni de clases y, por consiguiente, se encuentran sin medios para continuar sus estudios. ¿Hasta cuándo seguiremos contando sólo para la remesa de divisas?

Presidente de la Asociación Española de Padres de Familia del Este Vaudois

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