"La nueva ley del Gobierno legaliza el poder de Suárez y Abril", según el PSOE

Adolfo Suárez será presidente del Gobierno hasta 1983 -fecha de las próximas elecciones- pero el actual Gabinete no puede durar más allá de la aprobación de la nueva ley del Gobierno y la Administración del Estado, recientemente remitida a las Cortes. Así lo manifestó ayer el dirigente socialista Javier Solana, quien añadió que de todos modos da igual que haya remodelación o no, porque la nueva ley tiende a legalizar el ejercicio de todo el poder por «la pareja Suárez-Abril».Esta declaración se enmarca en el contexto de una explicación sobre la estrategia socialista, que presta su máxima atenc...

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Adolfo Suárez será presidente del Gobierno hasta 1983 -fecha de las próximas elecciones- pero el actual Gabinete no puede durar más allá de la aprobación de la nueva ley del Gobierno y la Administración del Estado, recientemente remitida a las Cortes. Así lo manifestó ayer el dirigente socialista Javier Solana, quien añadió que de todos modos da igual que haya remodelación o no, porque la nueva ley tiende a legalizar el ejercicio de todo el poder por «la pareja Suárez-Abril».Esta declaración se enmarca en el contexto de una explicación sobre la estrategia socialista, que presta su máxima atención al objetivo de 1983. La dirección del PSOE ha reorganizado su gabinete de seguimiento de los distintos ministerios, y en la actualidad está ocupada en diseñar la estrategia política que pueda conducirle a la victoria en las elecciones de 1983. Javier Solana ha sido puesto al frente de un equipo de quinientas personas con el fin de diseñar el proyecto socialista de cara a dicha fecha, además del seguimiento de la labor de los ministerios y del apoyo técnico al Grupo parlamentario Socialista.

El Partido Socialista se considera la fuerza más consolidada del momento presente. Su análisis proviene de que tanto UCD como el PCE atraviesan situaciones difíciles. En el partido del Gobierno se preven fuertes tensiones internas, una vez realizadas las elecciones a los Parlamentos vasco y catalán, que estallarán conforme se aproxime el II Congreso de UCD, previsto para el otoño próximo; además -siempre según el análisis socialista-, la próxima ley del Gobierno y la Administración del Estado atribuirá todo el poder al presidente, sustrayendo competencias al Consejo de Ministros.

En cuanto al PCE, está desorientado por una circunstancia interna -ruptura del pacto de la legislatura anterior entre Suárez y Carrillo-, pero, sobre todo, por la repercusión de la actual crisis internacional, con un expansionismo de la URSS que acentúa la duda sobre la credibilidad de la estrategia eurocomunista.

En este contexto, «una izquierda inteligente», en palabras de Javier Solana, «como es el PSOE», agregó, «debe continuar la tarea de consolidación de la democracia, pero no a base de permitir que cristalice la actual relación de fuerzas entre clases, sino con una profundización de la democracia política, social y económica». Como medio de alcanzar estos objetivos, el PSOE propone una «política de grandes acuerdos de planificación», en que la izquierda renuncie a combatir frontalmente a la burguesía, a cambio de contrapartidas políticas, sindicales y de calidad de vida. El modelo Final sería, a grandes rasgos, un socialismo entendido como «un mayor control de la economía por el Estado y un mayor control de la sociedad civil por el Estado».

Asimismo, anunció una reunión de expertos para este fin de semana, con el propósito de preparar las bases de un nuevo programa económico del PSOE. Felipe González, Miguel Boyer, Enrique Barón, Santiago Roldán y Luis Lluch, además del propio Javier Solana, figuran entre los asistentes a dicha reunión.

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