Fraga: "Un ministro del Interior tendría que erradicar el terrorismo"

Un ministro del Interior tendría que tomar, ante todo, «medidas eficaces para romper el terrorismo», y mientras esto no se haga habrá una crisis de Estado y todo lo demás estará en peligro. Así responde el presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, a una pregunta de Tribuna Policial sobre lo primero que haría si volviera a ocupar el cargo de ministro del Interior.«Tengo la sensación», dice Fraga, «de que estas dos cuestiones son vitales: decisión de erradicar el terrorismo, con todas las consecuencias, y tomar para ello unas medidas que, naturalmente, podrían llegar incluso a reforzar...

Un ministro del Interior tendría que tomar, ante todo, «medidas eficaces para romper el terrorismo», y mientras esto no se haga habrá una crisis de Estado y todo lo demás estará en peligro. Así responde el presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, a una pregunta de Tribuna Policial sobre lo primero que haría si volviera a ocupar el cargo de ministro del Interior.«Tengo la sensación», dice Fraga, «de que estas dos cuestiones son vitales: decisión de erradicar el terrorismo, con todas las consecuencias, y tomar para ello unas medidas que, naturalmente, podrían llegar incluso a reforzar muchísimo la disciplina, para que nadie se deje coger en este tipo de cosas. Estas serían las dos primeras cosas que hubiese acometido en este momento.»

Fraga entiende que el mantenimiento del orden público y la seguridad ciudadana es la primera función del Estado, y si ésta falla, fracasa todo lo demás. En este sentido se pronuncia contra las policías autónomas. «La lucha contra el terrorismo se llevará con mucha más dificultad a nivel regional y entiendo que, al contrario, se le va a dar una prima al terrorismo, que incluso hará lo posible por infiltrar -y es la palabra más noble que puedo usar- esas nuevas organizaciones.»

A la pregunta de si el futuro democrático español depende de ETA y GRAPO, Fraga contesta que, en la medida en que se siga aceptando ese problema como un fenómeno normal y no se vaya a su radical extirpación, «el futuro no es que sea dudoso, es que es seguro que será malo, y, por tanto, entiendo que lo que hay que hacer es eliminarlas por el único procedimiento posible, que es la detención y puesta fuera de combate de sus miembros, por la destrucción de las bases que puedan tener en el extranjero -para lo cual existe una colaboración de Francia y una presión suficiente sobre el Gobierno francés-, y que todo lo demás es perder el tiempo».