Once mil ancianos de la provincia no disponen de asistencia medica

Un estudio sobre la situación de los ancianos (personas mayores de 59 años) de la provincia de Madrid, su vivienda, su status económico, cómo cubren sus ratos de ocio, la asistencia que reciben y el trato que les ofrece la sociedad ha sido elaborado y recientemente editado por la sección de Cáritas de la diócesis de Madrid (véase EL PAIS del pasado domingo). En La tercera edad en la provincia de Madrid se pone de manifiesto que, de medio millón de personas que han cumplido los sesenta años, un 26% viven solas y más de 180.000 cobran menos de 10.000 pesetas mensuales, encontrándose unas 11.000 ...

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Un estudio sobre la situación de los ancianos (personas mayores de 59 años) de la provincia de Madrid, su vivienda, su status económico, cómo cubren sus ratos de ocio, la asistencia que reciben y el trato que les ofrece la sociedad ha sido elaborado y recientemente editado por la sección de Cáritas de la diócesis de Madrid (véase EL PAIS del pasado domingo). En La tercera edad en la provincia de Madrid se pone de manifiesto que, de medio millón de personas que han cumplido los sesenta años, un 26% viven solas y más de 180.000 cobran menos de 10.000 pesetas mensuales, encontrándose unas 11.000 sin ninguna clase de asistencia médica.

Los viejos no tendrían problemas sociogénicos (en cuanto al papel que se les asigna al alcanzar determinada edad cronológica) si no se los creásemos. Los ancianos no plantean problemas, se los planteamos nosotros..Esta es la filosofía del gerontólogo francés Ives Pergeaux, quien dice que «a las personas normales ancianas -no enfermos, minusválidos ni imbéciles-, que son la inmensa mayoría, es la sociedad la que les causa problemas, en cuanto que su evolución (la de la sociedad) es incompatible con la "involución" de los ancianos».Son dos las razones de estos problemas, de esta marginación del anciano, según Alex Comfort, especialista inglés en estos temas. Por una parte, la biológica, que, debido a los años, debilita las fuerzas del hombre y le convierte en presa fácil de enfermedades. Por otra, la sociogénica, que provoca su conciencia de inutilidad en una sociedad en la que prevalecen sobre los demás los valores de pr6ducción y de consumo. Es decir, cada vez se hace más patente la ley del más fuerte.

De los 3.700.000 ancianos que viven en España (según los datos recogidos por Cáritas en el censo de 1975, último existente), algo más de medio millón residen en la provincia de Madrid; es decir, un 14% del total naci onal. De e ste medio millón solamente 85.000 viven fuera de la capital.

¿Con qué problemas se encuentran estas personas, que representan más del 12% de la población de la provincia? Cuando su estado ,físico comienza a debilitarse llegan las enfermedades, la soledad, los problemas económicos, las dificultades para llenar las largas horas de ocio y, en definitiva, la marginación. Problemas que van en aumento a medida que se avanza en edad, debido a que su utilidad corre en sentido inverso a la acumulación de años vividos.

Según la encuesta realizada, el mayor problema que encuentran los ancianos en la actualidad es la pequeñez de sus pensiones, lo que incide en cuestiones como vivíenda, ocio, etcétera.

Pensiones insuficientes

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Alrededor de 300.000 ancianos tienen como principal entrada económica su pensión de jubilación, y más de la mitad de los que viven en la capital perciben una jubilación que oscila entre las 10.000 y las 30.000 pesetas y no tienen otra fuente de ingresos. Pero otro 17,5% no alcanzan las 10.000, pesetas mensuales. Este porcentaje se incrementa hasta un 25% en las zonas rurales, donde una cantidad similar carecen totalmente de ingresos.Un 83% de los ancianos del área metropolitana consideran insuficiente la pensión que perciben, disminuyendo este porcentaje un poquito cuando se trata de los residentes en la capital. Por esta razón, casi un 60% de los que viven en el área metropolitana consideran que deberían cobrar el salario mínimo interprofesional, porcentaje que también disminuye cuando responden los de Madrid ciudad. En fin, un 80% juzgan que la labor más importante del Gobierno es subir sus pagas.

En el capítulo de vivienda, solamente la mitad viven en casa propia. Uno de cada cuatro de Madrid ciudad habita en una vivienda alquilada y casi un 9% residen en ,pensiones. Más de 120.000 de los de la capital viven completa mente solos y habitan principalmente en las UVA y en el casco viejo de la ciudad.

Las características de las viviend as que habitan alcanzan niveles alarmantes en cuanvo a falta de equipamiento, sobre todo en las zonas rurales, donde falta el ascensor necesario en el 92% de ellas; calefacción, en el 81%; servicios higiénicos, en un l3%; agua corriente, en un 10%, y teléfono, en un 74%. Estos porcentajes bajan al entrar en el área metropolitana y en la capital, pero los datos siguen siendo significativos. Así vemos que el agua corriente falta en un 5% en las viviendas que habitan en Madrid ciudad y en un 6% en el área metropolitana. No tienen calefacción el 62% y el 65%, respectivamente. Los servicios higiénicos no existen en el 10% y el 9% de las viviendas en ambas zonas, y la falta de ascensores necesarios alcanza el 66% y el 83% en la ciudad y los pueblos del área metropolitana.

Asistencia sanitaria

Respecto al estado de salud y la asistencia que reciben, los ancianos mani iestan que uno de cada tres se encuentra bien en general, aunque un 50% se encuentran «regular» y algo más de un 15% están enfermos. Las cifras varían muy poco entre la zona rural y la ciudad. El estado de salud va en razón inversa a los ingresos, existiendo mayor número de enfermos entre los que perciben menores salarios. Al mismo tiempo, en Madrid ciudad se da mayor número de ancianos enfermos en la zona periférica, encontrándose más «sanos» en el distrito de Centro-Arganzuela.La asistencia que reciben no es mala, según la mayoría, aunque un 30% manifiestan que están mal o regularmente atendidos, hecho que afecta a unos 47.000 en toda la provincia. Con todo, unos 11.000 no tienen ninguna clase de asistencia médica y a otros 32.000 solamente les atiende la Beneficencia, cifras que se aproximan a los que manifiestan que se encuentran mal atendidos.

La respuesta institucional sólo alcanza a un 1,69% del total de ancianos de la provincia que se encuentran en residencias o asilos, lo que corresponde a cerca de 11.000 residenciados. De las 106 instituciones existentes en la provincia, ocho son estatales (Ministerio de Sanidad y Seguridad Social), doce dependen de la Administración local (Diputación Provincial y Ayuntamiento de Madrid), 57 son de carácter privado (fundaciones y asociaciones, bancos, cajas de ahorro, etcétera) y veintinueve pertenecen a instituciones de la Iglesia. Las plazas están cubiertas en un 37,6% por la Administración local; un 23%, por instituciones religiosas; un 22%, por laicos privados, y un 17%, por el Estado. Asimismo, el 70% se encuentran en la capital; el 23%, en zonas rurales, y solamente el 6%, en el área metropolitana.

En cuanto a clubes o centros de acogida diurna, existen en la provincia 170, con un total de ancianos inscritos de 46.168. De los 170 clubes, 146 son de carácter parroquial, y diecinueve, estatales.

Pero estas cifras de instituciones, aunque son insuficientes -cerca de 50.000 ancianos solicitan residencia en la actualidad-, no son alarmantes, pues más del 91 % de los mayores de sesenta años prefieren permanecer y ser atendidos en sus domicilios. Los menores de esta edad rrianifiestan, en un 49% de las encuestas elaboradas, que la protección de los ancianos corresponde a ala familla, mientras que un 40% consideran que esta función corresponde al Estado.

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