El cese de la violencia permitiría afrontar la situación de los presos, según el Partido Nacionalista Vasco

«El Estatuto entrará pronto en vigor. Es el momento de elegir el esfuerzo solidario y la reconciliación o de obligar al nuevo Gobierno vasco a adoptar todas las medidas que resulten indispensables para que la ley impere en Euskadi. El PNV desea fervientemente lo primero. Pero si alguien lo hace imposible será firme en su posicionamiento contra toda vulneración de la legalidad y, en especial, contra la práctica de toda clase de violencia, cualquiera que sea su autor o destinatario.»

Así concluye un amplio documento hecho público en la noche del miércoles por el órgano, ejecutivo del Part...

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«El Estatuto entrará pronto en vigor. Es el momento de elegir el esfuerzo solidario y la reconciliación o de obligar al nuevo Gobierno vasco a adoptar todas las medidas que resulten indispensables para que la ley impere en Euskadi. El PNV desea fervientemente lo primero. Pero si alguien lo hace imposible será firme en su posicionamiento contra toda vulneración de la legalidad y, en especial, contra la práctica de toda clase de violencia, cualquiera que sea su autor o destinatario.»

Así concluye un amplio documento hecho público en la noche del miércoles por el órgano, ejecutivo del Partido Nacionalista Vasco, en el que se analiza su futuro papel como partido hegemónico en el período autonómico que ahora se inicia y, ligado a aquél, su posición ante el tema de la violencia, cuya finalización permitiría, junto con la potenciación del Estatuto, «afrontar la situación de presos y exiliados».En la primera parte del escrito, el PNV admite la responsabilidad que le corresponde como partido mayoritario en Euskadi en la nueva etapa que se abrirá tras la aprobación definitiva del Estatuto, las elecciones al Parlamento vasco y la constitución del Gobierno vasco. Se declara dispuesto a afrontar esa responsabilidad con la energía y eficacia precisas, y seguidamente aclara cuál va a ser su línea política y su papel dentro del amplio espectro nacionalista vasco en la fase autonómica.

Empieza por denunciar a los sectores que califica como «extrema izquierda radical vasca, que llegan a reclamarse herederos de Sabino Arana, poniendo en entredicho el sentido nacionalista del PNV». Reafirma «la permanencia de sus objetivos nacionalistas» y califica de «burda maniobra» el interés de los partidos de la izquierda estatal en Euskadi por calificarle como partido burgués o derechista, «como si sólo cupiera una izquierda marxista, marxista-leninista o completamente anarquizante y tercermundista y todo lo demás, incluido el inequívoco progresismo humanista presente en el programa y en la actuación del PNV, tuviera que encasillarse en la derecha».

Acaso el apartado más destacable del documento del PNV sea el dedicado al análisis que hace el partido de la violencia en el futuro marco autónomo. Considera el Partido Nacionalista Vasco que la lucha armada o las vías políticas institucionales son las dos estrategias posibles para el logro del autogobierno en el País Vasco. «El pueblo vasco», afirma el PNV, «ha elegido la segunda al refrendar la vía estatutaria, y quienes apoyan directa o indirectamente la estrategia de la violencia ignoran la voluntad mayoritaria reflejada en las urnas y ensombrecen el porvenir esperanzado del pueblo vasco, anunciando y poniendo en práctica nuevos actos de violencia».

Elecciones en Euskadi

Ante este estado de cosas, el PNV se muestra partidario de la urgente celebración de unas elecciones al Parlamento vasco «para que quede claro el carácter minoritario de quienes respaldan las vías de la violencia y mantienen, por consiguiente, una actitud antidemocrática, y de forma también que se complete el marco institucional y un Gobierno vasco que cuente con el debido respaldo parlamentario y asuma con energía y eficacia la dirección del país».«La lucha armada», dice en su documento el PNV, «si fue justificada durante el franquismo por buena parte del país, ante la carencia absoluta de otros medios de actuación política, está claro que hoy no es aprobada por la mayoría de Euskadi. Sin embargo, los atentados se suceden y se repiten también procedimientos policiales de la época anterior, y las actuaciones de las FOP revisten toda la brutalidad de los tiempos del franquismo.»

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Debe quedar claro al pueblo vasco, en opinión del PNV, que en Euskadi no se podrá ya en adelante aceptar discriminación alguna en razón del destinatario de los atentados. «Hasta su sustitución por la policía autónoma, los miembros del las actuales FOP serán funcionarios del Estado al servicio y bajo la protección y el control del Gobierno autónomo. Que quede claro para los grupos armados que todo atentado contra estos miembros de las FOP que permanecen en Euskadi será enérgicamente condenado.

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