Tribuna:SPLEEN DE MADRID

Museo de carrozas

José María Gil-Robles: carroza carrocísima, cardenal primado de la CEDA, señor que vino de Munich a salvar la democracia de las sacristías. Pero quizá no le votaron ni los sacristanes.Areilza: carroza palatina, antología del palatinado, lo que Ortega llamaba el hombre-casi: casi ilustre, casi escritor, casi noble, casi líder, casi nada.

Tierno: entrañable carroza de plomo candente de ironía y fulgente de teoría. Nadie le entiende hasta, por lo menos, mediado Hegel y mediada la botella de anís.

Dalí: carrozón surrealista que, dibujando...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

José María Gil-Robles: carroza carrocísima, cardenal primado de la CEDA, señor que vino de Munich a salvar la democracia de las sacristías. Pero quizá no le votaron ni los sacristanes.Areilza: carroza palatina, antología del palatinado, lo que Ortega llamaba el hombre-casi: casi ilustre, casi escritor, casi noble, casi líder, casi nada.

Tierno: entrañable carroza de plomo candente de ironía y fulgente de teoría. Nadie le entiende hasta, por lo menos, mediado Hegel y mediada la botella de anís.

Dalí: carrozón surrealista que, dibujando como Leonardo y abstrayendo como Zurbarán, optó por retratar a la familia de Franco, como Revello de Toro (que hoy me envía dedicado un catálogo con sus mujeres pintadas: ricas están, congratuleisions).

Cela: carroza gloriosa que funciona y hoy me ha traído de Puerto Rico una botella de ron, mientras yo releo sus Nuevas escenas matritenses, que debiera recoger en tomo. (Haré columna.)

Lara: ha encontrado la manera de comprar a los escritores buenos sin que ellos se vendan. Y hasta a veces sale bien.

Guerrero Burgos: parece que ha depurado sus listas de invitados al siglo ese. Parece que yo estaba en el Gulag, pero sigo recibiendo casi todas las invitaciones. Parece.

Jomeini: cree que Dios es un cáncer que se come a los emperadores malos.

Carter: carroza carrozada por Henry Ford II. Toda su gloria política es que aún no se le ha hundido ninguna secretaria en Chappaddiquick.

Fraga: ha hecho una cura de base, como Felipe, para volver a su sitio, como Felipe, pero sin renunciar a Donoso Cortés como Felipe renunció a Marx y, lo que es peor, incluso a Donoso.

Emilio Romero: no le ha gustado el Romero noctámbulo, noctívago y nocherniego que presenta Amilibia en su último libro: aquel Romero de Las Brujas y Solís. De modo que le levantaba páginas a su biógrafo, en Informaciones, y su biógrafo se ha pegado una puerta.

Ansón: todas las mañanas espero que me comunique por el correo del zar en qué oficina de relaciones públicas tengo que trabajar como periodista anunciando compresas femeninas. Si se puede elegir, me pido Evax.

Hassan II: sostiene que los polisarios son una minoría incontrolada. La mayoría, o sea los camellos, quiere paz, orden y un poco de agua.

Chumy Chúmez: vive el humor como una segunda (eterna) juventud, de modo que estos días anda inventándose otra vez Hermano Lobo.

Saporta: tiene al Naranjito sin escolarizar.

Fernando Arrabal: nuestro mayor izquierdista de derechas. Nuestro mejor derechista de izquierdas.

Banús: la Vaguada es suya.

Marqués de Villaverde: teme más a Franco muerto (sus Memorias) que a Suárez vivo.

Martín Villa: desde que no está en el Gobierno han empezado a ocurrírsele cosas para gobernar. La gente piensa más por libre, Rodolfo, que por cuenta del Estado.

Rodríguez Sahagún: el ministro de Defensa gasta pelo de recluta.

Brejnev: según Tass (cirílico y apócrifo), se ha vestido de alma eslava, espectro de la rosa, lago de los cisnes y Nureyev/Paulova, todo al mismo tiempo, para pedir asilo político contra sí mismo en la embajada de Mónaco.

Pío Cabanillas: también piensa más y mejor en O'Pazo que en el Ministerio. Claro que los Ministerios no son para pensar, sino para mandar.

Tarradellas: quiere llevar Cataluña como una masía y la Generalidad como un estanco. Es el primer estanquero que va a salir conde.

Pilar Urbano: rebosa información y frases hechas, como mi tía.

Gironella: quiere entrar en la Academia. Los cipreses creen en Dámaso.

Archivado En