Venta ambulante en las calles de Pekín.
Dos jóvenes chinos, que han regresado del campo en Manchuria, encontraron un modo de ganarse la vida poco ortodoxo con la doctrina oficial: instalaron una mesa junto al cada día más concurrido muro de la democracia (donde se colocan los carteles contestatarios), en Pekín, y pusieron a la venta decenas de fotografías de actores de cine y cantantes famosos en China. Por tres pesetas, los chinos pueden llevarse ahora el retrato de su estrella favorita. Los vendedores ganan al día entre dos mil y tres mil pesetas....
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Dos jóvenes chinos, que han regresado del campo en Manchuria, encontraron un modo de ganarse la vida poco ortodoxo con la doctrina oficial: instalaron una mesa junto al cada día más concurrido muro de la democracia (donde se colocan los carteles contestatarios), en Pekín, y pusieron a la venta decenas de fotografías de actores de cine y cantantes famosos en China. Por tres pesetas, los chinos pueden llevarse ahora el retrato de su estrella favorita. Los vendedores ganan al día entre dos mil y tres mil pesetas.