Las relaciones entre el Vaticano y China son cuestión de tiempo

El cardenal Giuseppe Caprio manifestó ayer que: «Las relaciones de la Santa Sede con el régimen de Pekín no podrán establecerse inmediatamente, pero que hay que tener paciencia y que eso llegará a su tiempo».

El purpurado, ahora presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), y anteriormente sustituto de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, tras haber formado parte de la internunciatura apostólica en Pekín y -tras la expulsión del internuncio, monseñor Antonio Riberi, luego cardenal, en 1949- en Formosa, se expresó al respecto con ocasión de la fies...

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El cardenal Giuseppe Caprio manifestó ayer que: «Las relaciones de la Santa Sede con el régimen de Pekín no podrán establecerse inmediatamente, pero que hay que tener paciencia y que eso llegará a su tiempo».

El purpurado, ahora presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), y anteriormente sustituto de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, tras haber formado parte de la internunciatura apostólica en Pekín y -tras la expulsión del internuncio, monseñor Antonio Riberi, luego cardenal, en 1949- en Formosa, se expresó al respecto con ocasión de la fiesta nacional de la república de China (Taiwan). Durante la recepción ofrecida en locales de la orden del Santo Sepulcro por el embajador de la República de China ante la Santa Sede, Chow Shu-Kai, el purpurado, tras expresar su respeto por los chinos de Formosa, dijo que los chinos de Pekín «son muy lentos», y que por tanto hay que esperar para reanudar, según el deseo del papa Juan Pablo II, las relaciones con la China continental.

A este respecto, el purpurado, así como otros prelados de la Secretaría de Estado de la Santa Sede, no manifestaron preocupación especial por las declaraciones formuladas el último domingo por el presidente del comité central del Partido Comunista chino, Hua Guofeng, quien dijo que no visitaría al Papa durante su próxima visita a Roma, en noviembre.

Observadores vaticanos dijeron al respecto que el hecho de que no se produjera un encuentro del papa Juan Pablo II con diplomáticos de Pekín, el 2 de octubre, en las Naciones Unidas, fue consecuencia de que el pontífice ya conocía la negativa de los dirigentes de Pekín acerca de la visita de Hua Guofeng a Roma el próximo mes.

Por su parte, los diplomáticos de Taiwan están convencidos de que la Santa Sede no querrá cortar las relaciones diplomáticas con Taipeh, y excluyen la posibilidad de Relaciones con Pekín.

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