Tribuna:

Se inicia un largo proceso negociador

Las negociaciones hispano-comunitarias que se inician hoy no darán inmediatos resultados en este largo proceso de discusiones que podría concluir en 1980. Es lógico que no haya todavía decisiones en un proceso negociador de larga duración, donde los factores puramente técnicos dependerán también del «ambiente» político, tanto en el plano interno español como en el de cada uno de los nueve Estados que actualmente integran las Comunidades Europeas.En lo técnico se inician las negociaciones por el capítulo de la unión aduanera. Seguirán más adelante los demás sectores relativos a la agricultura, ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las negociaciones hispano-comunitarias que se inician hoy no darán inmediatos resultados en este largo proceso de discusiones que podría concluir en 1980. Es lógico que no haya todavía decisiones en un proceso negociador de larga duración, donde los factores puramente técnicos dependerán también del «ambiente» político, tanto en el plano interno español como en el de cada uno de los nueve Estados que actualmente integran las Comunidades Europeas.En lo técnico se inician las negociaciones por el capítulo de la unión aduanera. Seguirán más adelante los demás sectores relativos a la agricultura, asuntos sociales, política regional, social, fiscal, etcétera. Un «calendario» de quince meses de negociaciones debería permitir concluir las mismas hacia finales de 1980, según la opinión del ministro Calvo Sotelo, calificada de «optimista» en algunos medios comunitarios bruselenses.

Más información

Las elecciones presidenciales francesas, en marzo de 1981, serán un factor de peso para «frenar» el entusiasmo de los responsables españoles de la negociación. No es probable que a pocos meses de los comicios presidenciales franceses, París acepte zanjar la negociación para la entrada de España en el Mercado Común. De ahí que las hipótesis de calendario negociador concuerden, en general, en dar para la primavera de 1981 el término del proceso negociador que hoy comienza en Bruselas. El acuerdo podría firmarse el verano del mismo año y sería ratificado por todos los parlamentos nacionales -incluido el griego, que desde enero de 1981 será Estado miembro de la CEE- a lo largo de 1982. Entraría en vigor en enero de 1983, fecha vislumbrada para el ingreso oficial de España a la CEE.

Vendría después la normal aplicación de una serie de períodos transitorios, que podrían oscilar entre un mínimo de cinco y un máximo de diez años, a definir durante las negociaciones, para evitar un impacto negativo en la armonización entre las economías española y comunitaria.

Archivado En