CEIM califica el programa económico gubernamental de "teóricamente perfecto"

«Los próximos tres o cuatro meses serán los más difíciles de la historia de este país», aseguró ayer en Madrid el presidente de CEIM, José Antonio Segurado. Añadió que el programa económico presentado por el Gobierno es «teóricamente perfecto», aunque sujeto a que se tomen las medidas necesarias para llevarlo a cabo, e invitó a la banca a reflexionar sobre la posibilidad de comprometerse a mantener unos costes determinados de financiación durante un tiempo prefijado para reducir el precio del dinero.

El presidente de la CEIM (Confederación de Empresarios Independientes de Madrid), José ...

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«Los próximos tres o cuatro meses serán los más difíciles de la historia de este país», aseguró ayer en Madrid el presidente de CEIM, José Antonio Segurado. Añadió que el programa económico presentado por el Gobierno es «teóricamente perfecto», aunque sujeto a que se tomen las medidas necesarias para llevarlo a cabo, e invitó a la banca a reflexionar sobre la posibilidad de comprometerse a mantener unos costes determinados de financiación durante un tiempo prefijado para reducir el precio del dinero.

El presidente de la CEIM (Confederación de Empresarios Independientes de Madrid), José Antonio Segurado, definió ayer el programa económico del Gobierno presentado el pasado 14 de agosto Como «teóricamente perfecto». Añadió que es necesario tomar las medidas necesarias para llevarlo a cabo y objetó que se trata de un plan presentado con cierto retraso -debía haberse hecho con un mínimo de ocho meses de anterioridad, dijo- y se preguntó sobre la posibilidad de que la realidad social actual salve a varios sectores inmersos en una difícil situación.El presidente de CEIM, en su exposición, manifestó que esta organización había esperado que la CEOE se manifestara sobré el plan económico gubernamental. Y enfatizó sobre el capítulo de la flexibilización de plantillas, del cual dijo que la CEOE había realizado en su comentario una «vaga referencia». José Antonio Segurado afirmó que es necesario recomponer la autoridad del empresario, premisa fundamental, en su opinión, para incrementar la productividad. «Déjennos sustituir un 2% de las plantillas y en, el plazo de treinta días nos comprometernos», afirmó, «a restituir la eficacia y puestos de trabajo de las mismas.» El presidente de CEIM añadió que «si no hay más suspensiones de pagos es porque el empresario se niega a hacerlo y prefiere aguantar hasta el final».

José Antonio Segurado criticó con dureza los vaticinios, en mayor o menor grado, de las centrales sindicales en el sentido de que el país va a atravesar «un otoño caliente». «Me parece», dijo, «una manipulación política de primera categoría amenazar con ello.» A continuación hizo observar sus dudas sobre la posibilidad de que los movimientos obreros en los próximos meses se manifiesten con excesiva virulencia, porque «si hay otoño caliente van a desaparecer más rápidamente más empresas».

Sobre la reforma fiscal, el presidente de CEIM manifestó que es necesario desgravar la inversión y fomentar el ahorro. En los últimos meses -manifestó-, vivimos una «carrera desenfrenada al gasto». Y se hace imprescindible el fomento del ahorro, porque un país que no lo hace «es un país que no invierte».

Adelantó José Antonio Segurado que sus observaciones en los ,últimos tres meses apuntan un encarecimiento del dinero. «El Gobierno», afirmó, «no ha tenido fair play» en este punto. El compromiso del Gobierno de reducir en dos puntos los costes de financiación no se cumplió. Ante las positivas perspectivas del programa económico gubernamental, el presidente se preguntó si «esta vez va en serio». Porque «la empresa no aguanta el actual coste del dinero».

Después de elogiar la encomiable solidaridad que en la actualidad, mantiene la gran banca, en general, con la empresa, José Antonio Segurado invitó a que las entidades bancarias reflexionasen sobre la posibilidad de comprometerse a mantener durante un tiempo determinado unos costes de financiación determinados, siempre que se respeten los criterios de solvencia.

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