El ciclón "David" ha devastado varios Estados del Caribe

A medida que se conocen los resultados de las primeras y urgentes evaluaciones, se acentúa la impresión de que la devastadora acción conjunta de los ciclones David y Frederick ha producido en el Caribe la mayor catástrofe de los últimos cincuenta años. Más de dos mil muertos, decenas de miles de personas sin hogar y la economía de varias naciones de ese área en la más completa ruina, es el saldo inicial de los temporales, que no solamente no han disminuido, sino que amenazan ahora las costas de Florida.

Aparentemente, la República Dominicana ha sufrido de manera más especial las con...

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A medida que se conocen los resultados de las primeras y urgentes evaluaciones, se acentúa la impresión de que la devastadora acción conjunta de los ciclones David y Frederick ha producido en el Caribe la mayor catástrofe de los últimos cincuenta años. Más de dos mil muertos, decenas de miles de personas sin hogar y la economía de varias naciones de ese área en la más completa ruina, es el saldo inicial de los temporales, que no solamente no han disminuido, sino que amenazan ahora las costas de Florida.

Aparentemente, la República Dominicana ha sufrido de manera más especial las consecuencias de los ciclones. La ausencia de informaciones fidedignas acerca de la situación en muchas de las islas del archipiélago antillano obliga a hacer esta afirmación en términos condicionales.Las autoridades de Santo Domingo han informado oficialmente que el número de muertos supera ya la cifra de 1.200. Solamente en la localidad de Ocoa, a unos tre inta kilómetros al sureste de la capital dominicana, cuatrocientas personas que se habían refugiado en una iglesia perecieron arrastradas por las aguas.

En un principio se pensó que los huracanes solamente habían producido daños en la capital, pero un examen más detallado de las noticias procedentes de otros puntos del país confirmó la triste realidad de que los vientos, de doscientos kilómetros por hora, las lluvias torrenciales y los desbordamientos de ríos habían afectado a la totalidad del territorio dominicano.

Las comunicaciones telefónicas con el exterior están cortadas, y no hay energía eléctrica. El 90% de las plantaciones de caña de azúcar, principal fuente de ingresos de la República Dominicana, ha quedado destruido.

En Dominica, pequeña isla integrante del grupo de las Antillas menores, las consecuencias del paso de los huracanes han sido igualmente catastróficas. La capital, Rousseau, ha quedado totalmente arrasada.

La ruta seguida por los huracanes David y Frederik hace temer que vayan llegando noticias de su devastadora acción en otras islas del Caribe. Se sabe que Martinica, Guadalupe, Santa Lucía, las Bahamas, St. Kitts y Antigua han sufrido daños, aunque hasta ahora no se ha podido hacer una evaluación realista de su cuantía.

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Las naciones afectadas han hecho un patético llamamiento a la solidaridad internacional para que les envíen ayuda urgente.

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