PAIS VASCO

Un policía nacional se declara responsable del doble asesinato perpetrado en Vitoria

El policía nacional Antonio Macías Benítez fue detenido ayer tarde como supuesto autor del doble asesinato perpetrado, a las siete y treinta y cinco horas de la mañana de ayer, en el interior del bar restaurante Las Vegas, situado en el barrio industrial de Zaramaga, al norte de Vitoria.

A resultas de los disparos efectuados por el policía fallecieron, a los pocos minutos, el encargado del local, Justo López Zubirian, de 43 años, casado, con dos hijos, natural de una pequeña localidad en la zona norte de la provincia de Navarra, en la sierra de Urbasa, y Félix Minguela Sanz, residente e...

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El policía nacional Antonio Macías Benítez fue detenido ayer tarde como supuesto autor del doble asesinato perpetrado, a las siete y treinta y cinco horas de la mañana de ayer, en el interior del bar restaurante Las Vegas, situado en el barrio industrial de Zaramaga, al norte de Vitoria.

A resultas de los disparos efectuados por el policía fallecieron, a los pocos minutos, el encargado del local, Justo López Zubirian, de 43 años, casado, con dos hijos, natural de una pequeña localidad en la zona norte de la provincia de Navarra, en la sierra de Urbasa, y Félix Minguela Sanz, residente en el barrio donde tuvieron lugar los hechos, cliente habitual del local y amigo del encargado por su oficio de repartidor de butano. En una nota de la comisaría de policía, hecha pública ayer tarde, se dice que «el supuesto autor de los crímenes se confesó autor de los mismos, ingresando en prisión y pasando a disposición judicial».Los datos aportados por la comisaría indican que, a las 6.30 de la mañana de ayer, entró en el bar Las Vegas, «con síntomas de inestabilidad nerviosa, un individuo, y que, tras pedir una consumición, inició una discusión con algunos clientes. Se dice que éstos arrojaron al suelo al primero, por lo que se deduce que se llegó a las manos en esta controversia. A la vista de esto, el encargado expulsó del local al grupo de contendientes.

Amigos del encargado y uno de los camareros del bar explican que el agresor estuvo dos veces en el bar antes de regresar por tercera vez para realizar los disparos. El local abre a las cinco de la mañana, ya que habitualmente sirve desayunos para obreros que se dirigen a las fábricas, y aunque en estas fechas esta clientela es menor, la concurrencia del establecimiento era ayer de varias decenas de personas, ya que los bares de los alrededores están cerrados por vacaciones.

Según las últimas fuentes citadas, el autor de los disparos llegó solo, con muestras de embriaguez, y pidió un whisky. Más tarde llegó un grupo de tres personas, que no han sido identificadas por los camareros, y surgió una discusión entre éstos y el agresor. Fue entonces cuando se produjo la expulsión del local. Pero minutos después regresó otra vez solo el protagonista de estos sucesos y pidió que le sirvieran otro whisky, a lo cual el encargado dijo que no le servía alcohol. Parece ser que el sujeto se conformó con una tónica o, según otras versiones, con un café. El mismo se trasladó con su consumición a un extremo de la barra y se dirigió a un camarero aconsejándole que se fuera del local, «porque a las ocho a ése y a ése les va a pasar algo gordo». Al decir esto señaló, quien posteriormente efectuó los disparos, al encargado y al otro camarero. A continuación volvió a ausentarse.

La nota de comisaría dice que el individuo tomó un taxi, y tras hacer un recorrido por la ciudad volvió al bar. Otras fuentes han precisado que los servicios del taxista fueron requerido en la calle de los Herrán, no lejos del barrio donde está el local de autos. Los actos realizados por el criminal desde que se ausentó hasta que tomó el taxi no se conocen, aunque parece deducirse que se dirigió a por la pistola.

El policía detenido como supuesto autor residía en la calle Correría, de Vitoria, no lejos del cuartel de la Policía Nacional. Se supone que el arma estaría en su domicilio particular, ya que el supuesto autor estaba rebajado de servicio hace tres días, a causa de una lesión en una muñeca. Cuando volvió por tercera vez al bar Las Vegas, el autor del doble crimen encañonó desde la barra al encargado y le disparó dos tiros. Al intentar Félix Minguela detener al agresor, éste abrió fuego contra él hiriéndole mortalmente. Inmediatamente después sali cogió un taxi y se ausentó. Se cree que el taxista, al tener las ventanillas cerradas, no se apercibió de lo que había ocurrido dentro del bar y llevó al supuesto asesino hasta el sur de la ciudad, donde éste le pagó la carrera y se puso a caminar.

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El encargado del bar era una persona bien considerada por el vecindario, incluido sectores sindicales que tienen sus locales cerca del bar Las Vegas. El agresor, Antonio Macías, al parecer natural de Ceuta, se encontraba destinado desde hace año y medio en uno de los dos cuarteles de la Policía Nacional en Vitoria.

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