Medicinas, billetes nuevos y dos Mercedes, en el "bunker" vacío de Macías

Agencias
Bata (Guinea Ecuatorial) -

Un grupo de periodistas españoles penetró el domingo por la noche en el palacio presidencial del derrocado dictador Macías, acompañado por militares guineanos, informa la agencia France Presse. El bunker del dictador, situado en el pueblo de Nzeng Ayong, en la región de Mongomo, cerca de la frontera gabonesa, fue abierto, por primera vez, en presencia de los informadores de prensa, que descubrieron, atónitos, medicinas almacenadas en una habitación y numerosos fajos de billetes nuevos de ekueles atesorados por Macías. Dos automóviles de marca Mercedes, estaban aparcados en el patio.

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Un grupo de periodistas españoles penetró el domingo por la noche en el palacio presidencial del derrocado dictador Macías, acompañado por militares guineanos, informa la agencia France Presse. El bunker del dictador, situado en el pueblo de Nzeng Ayong, en la región de Mongomo, cerca de la frontera gabonesa, fue abierto, por primera vez, en presencia de los informadores de prensa, que descubrieron, atónitos, medicinas almacenadas en una habitación y numerosos fajos de billetes nuevos de ekueles atesorados por Macías. Dos automóviles de marca Mercedes, estaban aparcados en el patio.

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Numerosos retratos de Macías colgaban en las paredes, pero los militares, que entraron en el palacio junto con los periodistas, se apresuraron en rajarlos. Los escasos habitantes del pueblo -la mayoría han huido- acogieron a los soldados como auténticos «liberadores», según los corresponsales españoles.El cuartel general de Macías disponía de luz eléctrica. En Malabo, la capital política del país, y en Bata, la capital económica, los grupos electrógenos averiados no permiten iluminar las ciudades. En Bata, ocupada por el Ejército, y que algunos periodistas han calificado de «Phom Penh africano», la mayor parte de sus habitantes ha huido hacia la selva. Un 9% de las casas tiene las persianas echadas y, excepto algún Land Rover militar, no circulan vehículos.

«De los 35.000 habitantes que había aquí en tiempos de los españoles en 1968, sólo quedan ahora trescientos o cuatrocientos», comenta el sacerdote africano Eyi Nkogo, de sesenta años, que ha vuelto ahora a ponerse la sotana. «Desde hace cuatro años no había prácticamente escuelas. Todo lo que los chicos aprendían era a decir: ¡Viva Macías! ¡Abajo España, abajo el imperialismo!», añade, indicando que las cosas van a cambiar de ahora en adelante. «Todo el país respalda a los nuevos dirigentes y no podía ser de otra forma», concluye Eyi Nkogo.

En Malabo, las nuevas autoridades cuentan para reconstruir el país con la ayuda occidental. «Cómo quiere usted que tengamos confianza en los soviéticos. Les hemos visto destruir nuestra pesca con la complicidad de Macías. Y esto no podemos olvidarlo», declaró uno de los nuevos dirigentes. Sin embargo, el encargado de negocios de la URSS fue recibido ayer por el nuevo «hombre fuerte» del régimen, a quien le hizo entrega de un mensaje de apoyo de las autoridades de su país. El nuevo embajador soviético tenía prevista su llegada a Malabo a última hora de la tarde de ayer.

Aunque la caza al hombre emprendida hace tres días en la selva continental de Guinea no haya permitido todavía la captura del ex dictador, el Consejo Militar Supremo levantó ayer el toque de queda.

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En los intentos frustrados por capturar a Macías han perecido más de trescientos hombres, según un ciudadano rumano, Ion Dragomir, que participaba en la construcción de una carretera cerca de Mongomo. «Las fuerzas del nuevo régimen han tardado prácticamente ocho días en vencer a los doscientos fieles de Macías».

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