Oposiciones a agregados de INB

En la actualidad se están celebrando las tan criticadas oposiciones a profesores agregados de Institutos Nacionales de Bachillerato, que, desgraciadamente, suponen una de las principales salidas profesionales para la mayoría de los licenciados en paro. Pues bien, ante el asombro e indignación general de los que a ellas concurrimos, se está produciendo una desafortunada e inoportuna incongruencia de los tribunales al dejar vacantes ya en el primer ejercicio entre el 20 y el 30% de las plazas. En concreto, en el tribunal donde nosotros nos presentamos, el número cuatro de Filosofía (presidente,...

En la actualidad se están celebrando las tan criticadas oposiciones a profesores agregados de Institutos Nacionales de Bachillerato, que, desgraciadamente, suponen una de las principales salidas profesionales para la mayoría de los licenciados en paro. Pues bien, ante el asombro e indignación general de los que a ellas concurrimos, se está produciendo una desafortunada e inoportuna incongruencia de los tribunales al dejar vacantes ya en el primer ejercicio entre el 20 y el 30% de las plazas. En concreto, en el tribunal donde nosotros nos presentamos, el número cuatro de Filosofía (presidente, señor López Bonillo), de 153 presentados para 54 plazas, tan sólo han pasado el primer ejercicio 44.¿Qué explicación puede buscarse para justificar semejante escabechina e injusticia social en una situación tan dramática para los licenciados como es el paro de más de 130.000 de ellos? La razón aducida por estos tribunales es que el nivel de los opositores es bajo y, por tanto, hay que suspenderles para que el próximo año vuelvan a probar fortuna, si es que hay oposiciones, lo cual no está nada claro. A esto hemos de responder: 1.º, que el nivel del opositor no se puede medir por un solo ejercicio impregnado deaza y ansiedad; y 2.º, que lo que «faculta al interesado para ejercer la profesión y disfrutar los derechos que le otorgan las disposiciones vigentes» es el título de licenciado, por el cual puede ser contratado el poseedor tanto en la enseñanza pública como en la privada. La misión de las oposiciones no es, pues, la de formar profesionales, que para eso ya están las universidades, sino hacer que éstos compitan lealmente entre sí para que los mejores ocupen todas las plazas que la Administración necesitacubrir.

Los tribunales, cuando actúan de tal manera, probablemente ignoran que con su actitud están favoreciendo claramente el paro de los licenciados y la corrupción administrativa. El paro de los licenciados, por cuanto cierran así una de las pocas puertas que se abren al profesional de la enseñanza, y la corrupción administrativa, ya que la Administración ha de contratar para cubrir esas plazas PNN, que normalmente serán los mismos suspendidos, ¡qué contradicción, por una parte se les declara no aptos para la enseñanza, y por otra parte, se les contrata para la misma!

y cuatro opositores más