Primeras elecciones generales en Irán
Millones de iraníes afluyeron ayer a las urnas en las primeras elecciones nacionales desde la caída del sha, pero unos veinte grupos políticos boicotearon el escrutinio.
Los iraníes han elegido a las 73 personas que han de formar una Asamblea Constitucional, cuya misión será la de examinar un anteproyecto de constitución islámica que prepare el camino para la elección de un nuevo Parlamento y un presidente de la nación, tras 2.500 años de monarquía.
Sin embargo, unos veinte grupos políticos han boicoteado las elecciones, incluyendo al Partido Republicano del Pueblo Musulmán, ...
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Millones de iraníes afluyeron ayer a las urnas en las primeras elecciones nacionales desde la caída del sha, pero unos veinte grupos políticos boicotearon el escrutinio.
Los iraníes han elegido a las 73 personas que han de formar una Asamblea Constitucional, cuya misión será la de examinar un anteproyecto de constitución islámica que prepare el camino para la elección de un nuevo Parlamento y un presidente de la nación, tras 2.500 años de monarquía.
Sin embargo, unos veinte grupos políticos han boicoteado las elecciones, incluyendo al Partido Republicano del Pueblo Musulmán, que es el segundo partido musulmán del país, y al conocido -pero menos poderoso- Partido del Frente Nacional.
El PRPM ha pedido al Gobierno que aplace la celebración de las elecciones por tres semanas, por considerar que no se dan las condiciones para unas elecciones libres.
El Frente Nacional, junto a otros partidos, ha presentado quejas similares, y ha afirmado que grupos de presión han roto numerosos carteles y comunicados del partido. El Frente se ha mostrado también disconforme con el procedimiento de las votaciones. Estas requerían de los electores que escribieran los nombres de sus candidatos. El Frente alegó que gran parte de la población es analfabeta. No obstante, la radio afirma que millones de personas han acudido a las urnas.
El ayatollah Ruholah Jomeini, en un mensaje improvisado transmitido por la radio estatal, fustigó verbalmente a «los enemigos de la revolución islámica», por divulgar «en el país y en el extranjero propaganda envenenada, mostrando que la gente no está prestando atención a las elecciones y se muestra indiferente ante ellas».