Las autoridades de Zaragoza insisten en el origen casual del incendio del hotel Corona de Aragón

A pesar del empeño oficial del Gobierno Civil en afirmar que son 72 los cadáveres recogidos tras el incendio del hotel Corona de Aragón, los especialistas del Instituto Anatómico Forense han recibido solamente un total de 69 muertos. El Gobierno Civil sigue insistiendo en la suposición -al parecer errónea- de que aún hay tres cuerpos sin localizar en el interior del hotel, pese a que ha sido concienzudamente revisado en las últimas horas.A las fuentes oficiales, que insisten en asegurar que el incendio del jueves se debió a causas fortuitas,. se ha sumado ayer la voz del alcalde de la capital,...

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A pesar del empeño oficial del Gobierno Civil en afirmar que son 72 los cadáveres recogidos tras el incendio del hotel Corona de Aragón, los especialistas del Instituto Anatómico Forense han recibido solamente un total de 69 muertos. El Gobierno Civil sigue insistiendo en la suposición -al parecer errónea- de que aún hay tres cuerpos sin localizar en el interior del hotel, pese a que ha sido concienzudamente revisado en las últimas horas.A las fuentes oficiales, que insisten en asegurar que el incendio del jueves se debió a causas fortuitas,. se ha sumado ayer la voz del alcalde de la capital, quien también ha descartado, en base a las informaciones que posee, la posibilidad de un atentado.

El director de la principal compañía aseguradora del hotel Corona de Aragón, de Zaragoza, la Caja de Seguros Reunidos, negó ayer, sin embargo, que los técnicos de la firma hayan realizado una investigación sobre el siniestro y, en consecuencia, que hubiesen afirmado que el incendio hubiese sido casual. Respondiendo a estas declaraciones, el Gobierno Civil de la provincia aclaró que habían sido los propietarios del hotel quienes habían comunicado que los expertos de la empresa aseguradora habían ratificado el carácter fortuito del incendio, e insistió en que los informes de los testigos y de los técnicos de la Delegación de Industria confirmaban el origen casual del siniestro.

Estas aseveraciones oficiales no han bastado, por el momento, para acallar los rumores que siguen circulando por medios militares. Estos rumores nacieron a los pocos rriinutos de producirse el siniestro, cuando Cristóbal Martínez Bordiú, marqués de Villaverde, telefoneaba desde Zaragoza al presidente Suárez para pedirle que le inforniara sobre si estaba previsto o no otro atentado durante el viaje de regreso a Madrid de la familia Franco. Al parecer, tanto el marqués de Villaverde como la señora de Meirás, viuda de Franco, se hallaban convencidos de que habían sido víctimas de un atentado terrorista durante su estancia en el hotel zaragozano.

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