Estados Unidos levanta la prohibición a los DC-10

El Gobierno norteamericano autorizó ayer la vuelta al servicio de los aviones DC- 10 en aquel país. Tras una larga investigación, que se inició a raíz del accidente aéreo ocurrido en Chicago el 28 de mayo pasado, que causó 273 muertes, la Administración Federal de Aviación resolvió ayer que las compañías aéreas norteamericanas y extranjeras pueden utilizar de nuevo sus DC- 10 en Estados Unidos.El mencionado organismo del Gobierno estadounidense ordenó asimismo que los citados aparatos, fabricados por la firma McDonell Douglas, sean revisados con más frecuencia de ahora en adelante.

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El Gobierno norteamericano autorizó ayer la vuelta al servicio de los aviones DC- 10 en aquel país. Tras una larga investigación, que se inició a raíz del accidente aéreo ocurrido en Chicago el 28 de mayo pasado, que causó 273 muertes, la Administración Federal de Aviación resolvió ayer que las compañías aéreas norteamericanas y extranjeras pueden utilizar de nuevo sus DC- 10 en Estados Unidos.El mencionado organismo del Gobierno estadounidense ordenó asimismo que los citados aparatos, fabricados por la firma McDonell Douglas, sean revisados con más frecuencia de ahora en adelante.

La suspensión de vuelos para los DC-10, acordada por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos al día siguiente del trágico accidente de Chicago, el 29 de mayo, fue secundada de forma general por las autoridades de aviación de los distintos países del mundo. La orden de que los DC- 10 norteamericanos permanecieran en tierra se decidió, según anunció el director de la Administración Federal de Aviación, al haberse detectado en otras siete unidades DC-10 «problemas» en los tornillos de sujeción del reactor al ala, similares al registrado en el aparato que se estrelló en Chicago.

En el momento de producirse el accidente aéreo y la subsiguiente suspensión de vuelo para el DC- 10, la compañía McDoñell Douglas había vendido ya 280 unidades que estaban prestando servicio en distintas líneas aéreas de todo el mundo, y tenía una cartera de pedidos que alcanzaba a otro centenar de aparatos. La decisión de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos de no permitir el vuelo de los DC-10 ha supuesto un gran golpe al prestigio de la Douglas y enormes pérdidas para esta compañía y para las compañías aéreas que lo habían adquirido. Los DC-10 en servicio se estima que transportan a diario, unos 100.000 pasajeros en todo el mundo.

Dado el tremendo volumen de negocio movido alrededor de los grandes aviones para transporte de pasajeros, algunos observadores estimaron que, tras la prohibición de vuelo a los DC- 10, podía haber una «guerra comercial» entre fabricantes.

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