Los compañeros del albañil asesinado denuncian a ETA

Los compañeros de Francisco Medina Albala, trabajador muerto a tiros el viernes en San Sebastián, consideran que la acción de la rama militar de ETA es un atentado contra la clase obrera, contra su libertad y también contra sus derechos. Entienden, además, que al frenar con estos actos la consolidación de la democracia y la salida progresista de la crisis y el paro coinciden con los más oscuros intereses golpistas de la reacción.Por otra parte, en seis empresas guipuzcoanas se realizaron ayer paros y asambleas en respuesta a la convocatoria cursada por Comisiones Obreras, central a la que esta...

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Los compañeros de Francisco Medina Albala, trabajador muerto a tiros el viernes en San Sebastián, consideran que la acción de la rama militar de ETA es un atentado contra la clase obrera, contra su libertad y también contra sus derechos. Entienden, además, que al frenar con estos actos la consolidación de la democracia y la salida progresista de la crisis y el paro coinciden con los más oscuros intereses golpistas de la reacción.Por otra parte, en seis empresas guipuzcoanas se realizaron ayer paros y asambleas en respuesta a la convocatoria cursada por Comisiones Obreras, central a la que estaba afiliada la víctima. Los secretarios generales de las veintitrés federaciones de CCOO, reunidos ayer con Marcelino Camacho, decidieron solidarizarse con los compañeros y familiares de Francisco Medina y condenar una vez más acciones de ETA.

Los noventa compañeros de trabajo de la víctima exigen a la organización terrorista vasca que demuestre públicamente las bases de la acusación -ETA militar aseguró que Francisco Medina era un colaborador de los grupos represivos- y exponga «el código civil, militar o de derechos humanos que emplean para cuando un delito tiene o no veredicto de la pena de muerte».

La asamblea de trabajadores de la empresa de construcción Ribera Fresno, para la que trabajaba Francisco Medina, estima que con la lógica de ETA no se podría trabajar en ninguna empresa, porque directa o indirectamente en todas se beneficia el capital o la opresión. Emplazan de todas formas a la organización armada a que se pronuncie públicamente sobre las siguientes cuestiones: «¿Puede alguna fuerza política o social determinar en qué empresa o tajo se puede trabajar? ¿Entre las que no se puede está la de Ribera Fresno?»

Los compañeros de la víctima hacen un llamamiento a las instituciones políticas, organizaciones obreras y población en general a que colaboren activamente para o salir del actual callejón en el que nos quieren meter provocadores de todo tipo».

Por último, frente a las acusaciones de ETA militar, los compañeros de Francisco Medina aseguran que éste era un buen trabajador, solidario en la lucha desarrollada en la empresa, afiliado a un sindicato obrero y perteneciente a una familia de ideas progresistas. La rama militar de ETA había asegurado, entre otras cosas, que Francisco Medina «había participado en varias ocasiones, junto a grupos ultraderechistas y miembros de los cuerpos represivos vestidos de paisano, en actos vandálicos contra la población de San Sebastián, a fin de sembrar el miedo y la coacción en el movimiento popular vasco».

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