Jornada laboral y paro

Polémica en los países de la CEE ante la semana laboral de treinta y cinco horas

La reducción de la jornada laboral y el impacto de esta medida en el empleo enfrenta actualmente en Europa a sindicatos, patronal y poderes públicos. Los sindicatos piden la adopción progresiva de la semana laboral de 35 horas. Los empresarios se muestran reacios al diálogo, aludiendo que tal medida no contribuirá a rebajar el nivel de desempleo. Los poderes públicos intentan arbitrar el debate que, probablemente, concluirá con una mejora social en el mundo laboral.Estos son temas a los que España, país candidato al ingreso al Mercado Común, deberá también prestar atención en el futuro, para s...

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La reducción de la jornada laboral y el impacto de esta medida en el empleo enfrenta actualmente en Europa a sindicatos, patronal y poderes públicos. Los sindicatos piden la adopción progresiva de la semana laboral de 35 horas. Los empresarios se muestran reacios al diálogo, aludiendo que tal medida no contribuirá a rebajar el nivel de desempleo. Los poderes públicos intentan arbitrar el debate que, probablemente, concluirá con una mejora social en el mundo laboral.Estos son temas a los que España, país candidato al ingreso al Mercado Común, deberá también prestar atención en el futuro, para seguir el movimiento general que se imponga en el resto de países europeos miembros de la CEE. EL PAIS expone los tres puntos de vista, con opiniones de los primeros responsables en cada uno de los tres bandos: Henk Vredeling (vicepresidente de la Comisión Europea) define las tesis de los poderes públicos, Bernard Sassen (secretario general de la Unice, Unión de Industrias de la Comunidad Europea) resume la postura de los empresarios y, desde la óptica sindical, François Staedelín (secretario de la CES, Confederación Europea de Sindicatos).

Más información

La cumbre europea de jefes de Estado o de Gobierno de la CEE, el 21 y 22 de este mes en Estrasburgo, debatirá el tema al más alto nivel político, y es probable que se adopten resoluciones antes de fin de año. Por el momento, sólo Bélgica ha definido un plan de reducción de la semana laboral a 36 horas, objetivo a alcanzar antes del 1 de enero de 198 1.

La postura del Gobierno fue inmediatamente contestada por los portavoces empresariales. En reciente conferencia de prensa, el presidente de una gran multinacional alemana del sector químico señalaba que los países que reduzcan la jornada laboral serán tachados de la lista de lugares para invertir. Y añadió: «El derecho a un puesto de trabajo no significa trabajar cada vez menos.»

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