Tierno: "Hemos roto con el agobio del Estado"

«Lo que hemos hecho ha sido romper formalmente con un agobiante pasado. Los municipios de Madrid y Lisboa estaban demasiado impregnados de Estado. Es claro que nuestra colaboración futura tendrá su reflejo, también, a nivel de Estado. Pero, a nosotros, lo que nos interesa es el nivel municipal.» Estas declaraciones, efectuadas ayer por la mañana en Barajas por el alcalde de Madrid, Enrique Tierno, suponen un resumen de su viaje a Lisboa, durante el cual ha firmado, encabezando la delegación del Ayuntamiento de Madrid, el acta de hermanamiento de las capitales española y portuguesa.El acta de h...

«Lo que hemos hecho ha sido romper formalmente con un agobiante pasado. Los municipios de Madrid y Lisboa estaban demasiado impregnados de Estado. Es claro que nuestra colaboración futura tendrá su reflejo, también, a nivel de Estado. Pero, a nosotros, lo que nos interesa es el nivel municipal.» Estas declaraciones, efectuadas ayer por la mañana en Barajas por el alcalde de Madrid, Enrique Tierno, suponen un resumen de su viaje a Lisboa, durante el cual ha firmado, encabezando la delegación del Ayuntamiento de Madrid, el acta de hermanamiento de las capitales española y portuguesa.El acta de hermandad entre Madrid y Lisboa tendrá su reflejo práctico, además de en la colaboración y asistencia que se prestarán ambos municipios, en la celebración del Día de Madrid, en Lisboa, y de esta ciudad en la capital española, durante los cuales se pretende desarrollar todo un programa de conocimiento mutuo en todos los órdenes.

El profesor definió Lisboa como una ciudad abierta y de gran luminosidad. «Hay un buen clima de convivencia en ella -añadió-. Además, los concejales tienen una capacidad de adaptación a los problemas y de obediencia a las órdenes municipales realmente encomiable.»

Al ser preguntado el alcalde si se había cansado mucho, el tercer teniente de alcalde comentó: «El alcalde es muy resistente.» El profesor, sonriendo, respondió: «Sí, resistente al fuego y refractario a la humedad. Como los ladrillos. Lo malo es que, a veces, los ladrillos también se rompen.»