Cinco años en Siberia por exigir su regreso a Israel

«¡Kafka! ¡Kafka! ¿Dónde estás? ¡Ni siquiera tu imaginación podría haber creado una situación semejante!», dijo la voz grabada en cualquier parte de Siberia sobre una cinta magnética llegada clandestinamente a Israel. Esta voz es la de Ida Nudel, condenada el año pasado a cinco años en Siberia por «gamberrismo salvaje»., ¿Su crimen? El haber colocado un poster en la ventana de su apartamento en Moscú reclamando su derecho a viajar a Israel.Ida Nudel, de 48 años, cuenta que ella es la única mujer que habita en un barracón donde viven sesenta prisioneros más, todos varones, condenados por ...

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«¡Kafka! ¡Kafka! ¿Dónde estás? ¡Ni siquiera tu imaginación podría haber creado una situación semejante!», dijo la voz grabada en cualquier parte de Siberia sobre una cinta magnética llegada clandestinamente a Israel. Esta voz es la de Ida Nudel, condenada el año pasado a cinco años en Siberia por «gamberrismo salvaje»., ¿Su crimen? El haber colocado un poster en la ventana de su apartamento en Moscú reclamando su derecho a viajar a Israel.Ida Nudel, de 48 años, cuenta que ella es la única mujer que habita en un barracón donde viven sesenta prisioneros más, todos varones, condenados por delitos comunes considerados como muy peligrosos socialmente y exiliados de por vida en Siberia. «Están constantemente ebrios, se pelean desde por la mañana hasta la noche y se baten con cuchillos... Por la noche, soy atacada a veces por hombres que se comportan como bestias», dice la prisionera.

Ella se lamenta de su «soledad total». «No tengo un solo amigo ni ser humano alguno a quien pueda dirigir la palabra.

La cinta magnetofónica con estos testimonios acaba de ser publicada en el diario Jerusalem Post y había sido dirigida al Comité de las 35, una organización femenina

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