Constituidas las Juntas Generales de Guipúzcoa

Después de más de un siglo de abolición, el domingo quedaron reinstauradas las Juntas Generales de Guipúzcoa, en el Ayuntamiento de Mondragón, tal y como se había acordado en la última reunión del organismo foral, celebrada en San Sebastián en 1876. Xabier Aizarna, del Partido Nacionalista Vasco, resultó elegido, tras dos votaciones, diputado general -máximo cargo de las Juntas Generales- y, al mismo tiempo, fue nombrado delegado regio.

Con el salón de juntas del Ayuntamiento de Mondragón abarrotado de público se llevó a cabo el acto de constitución de las nuevas Juntas Generales de Gui...

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Después de más de un siglo de abolición, el domingo quedaron reinstauradas las Juntas Generales de Guipúzcoa, en el Ayuntamiento de Mondragón, tal y como se había acordado en la última reunión del organismo foral, celebrada en San Sebastián en 1876. Xabier Aizarna, del Partido Nacionalista Vasco, resultó elegido, tras dos votaciones, diputado general -máximo cargo de las Juntas Generales- y, al mismo tiempo, fue nombrado delegado regio.

Con el salón de juntas del Ayuntamiento de Mondragón abarrotado de público se llevó a cabo el acto de constitución de las nuevas Juntas Generales de Guipúzcoa, en el que estuvieron presentes todos los apoderados electos, excepción hecha de Juan Luis Vergara, del PSOE, y Mario Ortaindía, de Euskadiko Ezkerra -por imposibilidad física de asistir- y la totalidad de los elegidos por Herri Batasuna (trece), que justificaron su ausencia «porque aun el debate en las bases de la coalición no ha decidido si vamos a participar o no en el organismo foral».El nuevo alcalde de Vergara, José Antonio Ardanza (de la candidatura de independientes, apoyada por el PNV), que presidía el acto, pronunció un discurso de saludo en euskera y castellano, en el que explicó la satisfacción que le producía, después de más de un siglo, recoger el testigo de una institución con tradición histórica, como las Juntas Generales, pendiente de entrega, por culpa de la ley Abolitoria Foral del 21 de julio de 1876. No obstante, añadió: «Las actuales Juntas Generales, que hoy se constituyen, a tenor del real decreto del 26 de enero pasado, aunque en su artículo primero se señala "conforme a su tradición histórica", debemos puntualizar que tanto en su representatividad, a base de circunscripciones electorales coincidentes con los partidos judiciales, como en, su repertorio de competencias relacionadas en el artículo sexto existe muy poca identificación con nuestro pasado foral, siendo a todas luces insuficiente para dar una respuesta correcta a nuestra realidad actual. »

Señaló que, no obstante, el acto de constitución de unas nuevas Juntas Generales era un acto realmente positivo para los vascos «ya que nosotros -dijo-, desde tiempo inmemorial, no he mos elaborado nuestras leyes mediante comisiones codificantes, sino que siempre han surgido de la base popular, para dar respuesta a las necesidades de cada forma de sociedad o a cada momento histórico».

Tras la lectura por el secretario de una historia resumida de las Juntas Generales y el orden del día, se constituyó la mesa de la presidencia, con el apoderado de más edad, Benigno Bascarán (PSOE), de 71 años, y el más joven, Javier Gurrut (Elaskadiko Ezkerra), de veintitrés años.

Tras la comprobación de las credenciales de los apoderados presentes -sesenta-, pasadas las doce del mediodía, declaró constituidas las Juntas Generales de Guipúzcoa, proclamación que fue recibida con grandes ovaciones, gritos de Euskadi askatuta (Euskadi libre) y los sones del Agur Jaunak, saludo tradicional a las autoridades, que fue interpretado por un grupo de txistularis.

Posteriormente se procedió a la elección del diputado general, máximo cargo de las Juntas, que recayó en Xabier Aizarna, del PNV, quien en la segunda votación -en la primera no alcanzó la mayoría absoluta- obtuvo 33 de los sesenta votos.

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Vicente López Pascual, del Gabinete de Administración Territorial, que representaba al Rey, quien por el decreto-ley de enero de 1979 debía presidir las Juntas Generales de Guipúzcoa, entregó al alcalde de Mondragón un escrito de Juan Carlos -que sería leído a continuación-, en el que el monarca español señala que «deseando estar representado en la primera ocasión en que se reúnen las Juntas Generales de Guipúzcoa, nombro delegado regio a la persona que resulte elegida diputado general». La lectura de la carta fue recogida por algunas personas del público con un grito en euskera: «El Rey, a Madrid; queremos Euskadi independiente.»

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