Cartas al director

El campo de don Conrado

El otro día salimos al campo, ya que hacía un tiempo espléndido. Fuimos a unos montes situados en los alrededores de Torrejón. Con el día que hacía, merecía la pena oxigenarse un poco. Cuál no fue nuestra sorpresa cuando se acercaron tres señores montados en motos y nos dijeron que nos marchásemos porque desde las afueras de Torrejón hasta Loeches y Mejorada era propiedad de «don Conrado», y que tenían orden de echar a todo el mundo que pisase sus propiedades.¡Hasta dónde hemos llegado, que hasta el campo tiene dueño!

(Entre paréntesis, hago una observación: «Todos estos kilómetros de m...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El otro día salimos al campo, ya que hacía un tiempo espléndido. Fuimos a unos montes situados en los alrededores de Torrejón. Con el día que hacía, merecía la pena oxigenarse un poco. Cuál no fue nuestra sorpresa cuando se acercaron tres señores montados en motos y nos dijeron que nos marchásemos porque desde las afueras de Torrejón hasta Loeches y Mejorada era propiedad de «don Conrado», y que tenían orden de echar a todo el mundo que pisase sus propiedades.¡Hasta dónde hemos llegado, que hasta el campo tiene dueño!

(Entre paréntesis, hago una observación: «Todos estos kilómetros de montes y campo lo utilizan para la caza y está a menos de un kilómetro del pueblo».)

Yo me pregunto: si en la ciudad no hay jardines ni parques y en el campo no podemos estar porque tiene dueño, ¿dónde podemos llevar a nuestros hijos para que vean cómo es un árbol, un pájaro, un monte, una charca. un pato?

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Y me sigo preguntando: ¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Quién es este don Conrado que es el dueño del campo?

Archivado En