Diez años de los coloquios de Pau

Un testigo científico del movimiento obrero

Aunque le faltan todavía dos años para jubilarse como catedrático de la Universidad de Pau, Manuel Tuñón de Lara piensa continuar a buen ritmo todos los proyectos de investigación que tiene planteados y emprender otros nuevos. Es profesor de la Universidad de Pau desde 1964 y ha sido el promotor y alma de los coloquios desde 1970. A partir de ahora será también director del Centro de Documentación de Historia Contemporánea de España, patrocinado por el Consejo de Investigaciones Científicas de Francia.Aunque hijo de padres andaluces, nació en Madrid en 1915. «Era un chaval a quien le gustaba m...

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Aunque le faltan todavía dos años para jubilarse como catedrático de la Universidad de Pau, Manuel Tuñón de Lara piensa continuar a buen ritmo todos los proyectos de investigación que tiene planteados y emprender otros nuevos. Es profesor de la Universidad de Pau desde 1964 y ha sido el promotor y alma de los coloquios desde 1970. A partir de ahora será también director del Centro de Documentación de Historia Contemporánea de España, patrocinado por el Consejo de Investigaciones Científicas de Francia.Aunque hijo de padres andaluces, nació en Madrid en 1915. «Era un chaval a quien le gustaba mucho la historia, pero mi familia se empeñó en que estudiara Derecho.» Licenciado en Derecho, tuvo que interrumpir sus estudios de Filosofía a causa de la guerra de 1936.

En 1946 se vio obligado a marchar fuera de España por haber pertenecido a la Unión de Intelectuales Libres. Se estableció en Francia, concretamente en París. «Los primeros tiempos fueron muy duros. Tuve que dar clases de español y trabajar en la secretaría de la embajada de Guatemala.»

Durante los primeros años de su exilio en París, Manuel Tuñón de Lara practicó también el periodismo, ya que fue corresponsal de varias publicaciones latinoamericanas. Trabajó también para la UNESCO. Mientras tanto estudió Derecho Político y Constitucional, Historia Económica y Social y Literatura Española en la Sorbona. En esta Universidad inició los trabajos de investigación histórica de la mano de Pierre Vilar.

Desde 1955, año en que publicó su primer libro, España, han visto la luz otra serie de obras suyas, como Antonio Machado (1960) y España del siglo XIX, publicada en el mismo año; Introducción a la historia del movimiento obrero (1965); España del siglo XX (1966); Historia y realidad del poder (1967); Medio siglo de cultura española (1895-1936), publicado en 1970; Estudios sobre el siglo XIX (1971); El movimiento obrero en la historia de España (1972); Metodología de la historia social de España (1973); Unamuno y Costa en la crisis defin de siglo (1974); La Segunda República (1976), y Luchas obreras y campesinas en la Andalucía del siglo XX, libro publicado en 1978.

En este capítulo editorial hay que incluir también los cinco títulos con las ponencias de los coloquios, publicados a partir del tercero por Edicusa, hasta que esta editorial quebró.

Durante los veintiséis años que estuvo Tuñón de Lara sin venir a España -ahora sus contactos y conferencias aquí son muy frecuentes-, el historiador español fue distinguido con el máximo grado académico que se puede alcanzar en Francia, el de doctor de Estado. En 1977 se habló de la posibilidad de que Tuñón se incorporara a la Universidad española. Debido a la postura contradictoria de las autoridades académicas espafíolas la recuperación no fue posible. Manuel Tuñón, que se considera por encima de todo español, piensa seguir en contacto con los medios universitarios e intelectuales y con la realidad española.

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