El Vaticano prohíbe un libro del teólogo Jaeques Pohier

La Sagrada Congregación para la doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio, ha promulgado una «declaración» en la cual se comunica que en la obra del teólogo francés Jacques Pohier, titulada Cuando yo digo Dios, existen toda una serie de errores y afirmaciones que «engendran en los fieles incertidumbres sobre artículos fundamentales de la fe». La declaración, que ha sido aprobada por el Papa, nombra, entre otros errores, las ideas del autor sobre la redención, la resurrección, la vida eterna, la eucaristía. La declaración afirma que la materia del libro de Pohier no se puede dejar a la libre...

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La Sagrada Congregación para la doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio, ha promulgado una «declaración» en la cual se comunica que en la obra del teólogo francés Jacques Pohier, titulada Cuando yo digo Dios, existen toda una serie de errores y afirmaciones que «engendran en los fieles incertidumbres sobre artículos fundamentales de la fe». La declaración, que ha sido aprobada por el Papa, nombra, entre otros errores, las ideas del autor sobre la redención, la resurrección, la vida eterna, la eucaristía. La declaración afirma que la materia del libro de Pohier no se puede dejar a la libre discusión de los teólogos. Según este documento pontificio, Jacques Pohier se había negado a hacer un acto de fe en la plena doctrina de la Iglesia, habiéndose limitado a dar explicaciones, que la Sagrada Congregación, y con ella el Papa, han considerado insuficientes. Después de la declaración contra las ideas del teólogo suizo Hans Kung sobre La infalibilidad del Papa, en 1973, es esta la primera vez que se declaran errores de fe en una obra de teología. Aquí el problema es más grave, porque se trata de la cristología, que es uno de los puntos de la teología moderna más en discusión actualmente y con mayor literatura. Las primeras reacciones subrayan que no es imposible que en esta materia precisamente Juan Pablo Il piense ser más intransigente, ya que la cristología empieza a aparecer como uno de los puntos base de su pontificado. Pero al mismo tiempo, existe la preocupación, que declaraciones como estas si debiesen multiplicarse, podrían ser un freno a la moderna investigación teológica en un campo tan decisivo como la cristología.

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