Acuerdo de socialistas y comunistas para formar ayuntamientos de izquierdas

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Comunista de España (PCE) alcanzaron ayer un acuerdo-marco de colaboración para gobernar los ayuntamientos y elegir alcaldes de izquierdas, según confirmó el dirigente socialista Alfonso Guerra a la salida de la reunión negociadora celebrada ayer- en la sede del PSOE entre dos delegaciones de estos partidos, encabezadas respectivamente por el líder socialista, Felipe González, y el comunista, Santiago Carrillo.

Según las declaraciones del señor Guerra, el acuerdo no incluye un programa común, por otra parte prácticamente innecesar...

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El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Comunista de España (PCE) alcanzaron ayer un acuerdo-marco de colaboración para gobernar los ayuntamientos y elegir alcaldes de izquierdas, según confirmó el dirigente socialista Alfonso Guerra a la salida de la reunión negociadora celebrada ayer- en la sede del PSOE entre dos delegaciones de estos partidos, encabezadas respectivamente por el líder socialista, Felipe González, y el comunista, Santiago Carrillo.

Según las declaraciones del señor Guerra, el acuerdo no incluye un programa común, por otra parte prácticamente innecesario dada la similitud de los planteamientos de los programas de ambos partidos. Tampoco limita su alcance a éstos, sino que queda abierto a otros grupos progresistas, como son los nacionalistas, PTE-ORT e independientes de izquierda, incluidos los abertzales y los independentistas canarios.Una comisión mixta PSOE-PCE -integrada por cuatro miembros de cada partido- estudiará cada región, cada provincia y cada municipio para detallar la composición de las mayorías. El señor Guerra recordó que generalmente el partido más votado ha sido el PSOE, por lo que es lógico que la mayoría de los alcaldes sean socialistas, si bien es posible que en determinados municipios donde las diferencias no sean excesivas se podría apoyar a alcaldes comunistas.

Dijo también que en la reunión -que duró dos horas- no se había encontrado ningún obstáculo a la negociación, y que en ningún momento se habló de reparto de cargos, aunque en un principio se pudo pensar que este tema suscitaría dificultades. De cualquier forma, además de la similitud de programas, el acuerdo se ha visto favorecido por la fuerte presión unitaria de las bases socialista y comunista.

Al término de la reunión, los dos partidos dieron a conocer un comunicado conjunto en el que, tras analizar el importante avance de las fuerzas políticas de izquierda, concluyen con la siguiente declaración:

«Durante el encuentro se ha acordado la creación de una comisión que favorezca la formación de los ayuntamientos con mayoría de izquierda con la presencia de las fuerzas progresistas que hayan obtenido concejales en las recientes elecciones. »

Al margen de las negociaciones entre el PSOE y el PCE para la totalidad del Estado, en el País Vasco, Andalucía y Cataluña la considerable fuerza de los grupos nacionalistas obligará a negociaciones multilaterales, cuyo resultado es aún difícil de prever. El caso más destacado es probablemente el de Andalucía, donde el PSA tiene en su mano la decisión sobre seis de las ocho capitales de provincia. La ejecutiva de este partido se reunirá el próximo sábado para decidir su política de alianzas.

En Cataluña, Convergencia i Unió, el PSUC y el PSC-PSOE necesitarán en numerosos ayuntamientos pactar una mayoría, si quieren cerrar el paso a UCD. La mayor dificultad puede estribar en la oposición de sectores de CiU -a la cabeza de ellos Trías Fargas- a pactar con los comunistas catalanes. Se da como muy improbable un pacto CiU-UCD, planteamiento que apoyan particularmente Tarradellas y el propio partido del Gobierno.

En el País Vasco, sin embargo, los nacionalistas alcanzarán la mayoría en numerosos ayuntamientos sin pactar con partidos españolistas, aunque en los casos de Pamplona y Alava son los socialistas quienes tienen la llave.

De cualquier forma, y aun a falta de resultados globales definitivos, la izquierda -que en conjunto supera en más de un millón de votos a UCD- debe tener aseguradas las alcaldías de al menos dieciocho capitales de provincia, entre ellas las más importantes del país, así como las ciudades de Gijón y Vigo, que tienen más población que sus respectivas capitales de provincia.

En la rueda de prensa celebrada ayer por la mañana por el ministro del Interior, Rodolfo Martín Villa, insistió en que la abstención, más alta de la esperada, ha perjudicado fundamentalmente a UCD. A pesar de diversas preguntas, el ministro evitó explicar cualquier cálculo del Gobierno sobre la composición de las mayorías municipales.

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