Presupuestos, participación y transparencia, puntos comunes en los programas de partido

Durante dieciocho días EL PAIS ha tratado de sintetizar en su cuadernillo especialmente dedicado a las elecciones en Madrid todos esos problemas y ofrecer una perspectiva de lo que es hoy esta ciudad y esta provincia. Es obvio que, sea uno u otro el partido o grupo de partidos que decidan mayoritariamente los métodos a utilizar para mejorar Madrid van a encontrar el grave problema de un presupuesto desproporcionadamente bajo, una nula participación popular en los asuntos municipales y un enorme recelo de los madrileños sobre la eficacia e incorruptibilidad de los casi 20.000, funcionarios muni...

Durante dieciocho días EL PAIS ha tratado de sintetizar en su cuadernillo especialmente dedicado a las elecciones en Madrid todos esos problemas y ofrecer una perspectiva de lo que es hoy esta ciudad y esta provincia. Es obvio que, sea uno u otro el partido o grupo de partidos que decidan mayoritariamente los métodos a utilizar para mejorar Madrid van a encontrar el grave problema de un presupuesto desproporcionadamente bajo, una nula participación popular en los asuntos municipales y un enorme recelo de los madrileños sobre la eficacia e incorruptibilidad de los casi 20.000, funcionarios municipales que pagan los contribuyentes. El crecimiento aritmético de habitantes en una ciudad necesita un crecimiento geométrico de su infraestructura, sus medios de transporte, sistemas de control de la contaminación y fuerzas de seguridad que garanticen la integridad de sus, ciudadanos, entre otros servicios. Hasta ahora nada de eso se ha cumplido estrictamente.Tras 46 años en los que la vida municipal ha estado en manos de unos pocos es lógico que los que intentan ocuparla tengan un relativo desconocimiento de esa máquina municipal, precisamente porque se han intentado ocultar demasiadas cosas. Con la sola excepción de José Luis Alvarez, favorecido por la designación como alcalde para que se fogueara en la mecánica diaria, el resto de candidatos no han dispuesto del tiempo ni las facilidades necesarias para llegar a conocer esa gigantesca empresa llamada Ayuntamiento de Madrid. Hay algunos que pretenden hacer ver esa máquina como algo que sólo puede conducir un técnico. Parece claro que la alcaldía de Madrid necesita un político y que los problemas de esta ciudad necesitan análisis y soluciones políticas. Eso lo entienden hasta los propios partidos, que han gastado cientos de millones en propaganda electoral, y lo entienden los candidatos, que han intentado establecer barreras políticas entre la derecha y la izquierda. A última hora el nerviosismo electoral ha llevado al candidato centrista, José Luis Alvarez, a decir cosas tales como que un voto a los socialistas es votar a un alcalde comunista y que UCD es lo mejor para el Ayuntamiento porque UCD está en el Gobierno. Evidentemente José Luis Alvarez se siente solo a la derecha. El mejor servicio que todos los concejales electos podrían hacer a Madrid es ponerse inmediatamente a trabajar por intentar arreglar, tan deprisa como el óxido acumulado durante años lo permita, los problemas de esta ciudad y esta provincia. El mejor servicio que los funcionarios municipales podrían hacer a Madrid sería exigir un rendimiento a tope de la nueva corporación municipal.