Los conservadores finlandeses se constituyen en la segunda fuerza parlamentaria

Todos los partidos de la coalición de centro-izquierda que ha gobernado hasta ahora, desde hace trece años, en Finlandia han perdido votos en las elecciones celebradas en este país durante el domingo y lunes pasados, mientras que los conservadores han experimentado una espectacular alza. A la vista de estos resultados, se ha abierto en Helsinki un paréntesis que concluirá cuando se sepa si, a partir de ahora, regirá el país un Gobierno de centro-derecha, del que podrían quedar excluidos los comunistas, de tendencia prosoviética.

Las advertencias del diario soviético Pravda co...

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Todos los partidos de la coalición de centro-izquierda que ha gobernado hasta ahora, desde hace trece años, en Finlandia han perdido votos en las elecciones celebradas en este país durante el domingo y lunes pasados, mientras que los conservadores han experimentado una espectacular alza. A la vista de estos resultados, se ha abierto en Helsinki un paréntesis que concluirá cuando se sepa si, a partir de ahora, regirá el país un Gobierno de centro-derecha, del que podrían quedar excluidos los comunistas, de tendencia prosoviética.

Las advertencias del diario soviético Pravda contra la presencia en un futuro Gobierno de los conservadores del Partido de la Reagrupación, hasta ahora en la oposición, parecen haber causado mella en un electorado conservador de 3,7 millones de finlandeses, a pesar de que el país sufre una oleada de paro importante. Estas presiones y el que un partido de izquierda partícipe del poder no haya resuelto este problema han hecho que el voto se haya vuelto hacia los conservadores. También ha podido contribuir la reducción de los impuestos (los más elevados de Europa) presentada por los conservadores en su programa electoral.Los socialdemócratas, mayoritarios hasta ahora en el Parlamento de Helsinki, con 54 escaños, han perdido un 1 % de votos, tantos como el Partido Comunista (Demócrata Popular), segunda fuerza en el país hasta ahora y detentador, hasta estas elecciones, de cuarenta escaños. Este segundo puesto ha pasado a los conservadores, que han ganado el 3,3 % de votos por encima de los escrutados en 1975 y han incrementado en diez sus 35 escaños conseguidos hace cuatro años.

El resto de los perdedores son el Centro, que cede cinco escaños; el Partido Sueco, que conserva sus diez, pero ha descendido un 0,4% en el ánimo del elector, y los liberales, que pierden tres escaños y un 0,7% de los sufragios en su favor. Otras formaciones minoritarias no incluidas en la coalición que ha gobernado hasta ahora Finlandia -la Liga Agraria Cristiana y el Partido de los Pequeños Agricultores o Partido Agrario finés han aumentado en más de un 1 % sus votos, mientras que el Partido Constitucional finés, ahora con dos escaños, se verá obligado a abandonar el Parlamento.

Poco antes de que los finlandeses acudiesen a las urnas el jefe del Gobierno, el socialdemócrata Kalevi Sorsa, calificaba esta consulta como una «elección para el destino de Finlandia». Durante toda la campaña electoral el jefe del Gobierno se ha mostrado especialmente agresivo contra los conservadores, una agresividad que dio paso a un evidente desconcierto cuando los sondeos reflejaron que casi un 54% de los electores querrían ver en el Gobierno, formando coalición con los socialdemócratas, al Partido Conservador de Holkeri.

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