Los depósitos de CAMPSA y la N-II, dos problemas a resolver en Gerona

El nuevo consistorio de Gerona que salga elegido democráticamente el próximo día 3 de abril deberá enfrentarse con un amplio abanico de problemas ciudadanos, algunos de ellos muy graves. El primero es, sin duda, el que presenta el paso por el interior del casco urbano de dos carreteras de categoría nacional, como son la N-II, de Madrid a Francia, por La Junquera, y la N-141, de Gerona a Manresa, por Anglés.El intenso tráfico que registran día y noche ambas rutas supone un serio handicap para la circulación urbana de Gerona, siendo causa de numerosos accidentes a lo largo del año. En...

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El nuevo consistorio de Gerona que salga elegido democráticamente el próximo día 3 de abril deberá enfrentarse con un amplio abanico de problemas ciudadanos, algunos de ellos muy graves. El primero es, sin duda, el que presenta el paso por el interior del casco urbano de dos carreteras de categoría nacional, como son la N-II, de Madrid a Francia, por La Junquera, y la N-141, de Gerona a Manresa, por Anglés.El intenso tráfico que registran día y noche ambas rutas supone un serio handicap para la circulación urbana de Gerona, siendo causa de numerosos accidentes a lo largo del año. En este aspecto, la N-141 ha llegado a producir en un sólo año media docena de accidentes mortales. Niños y ancianos son las víctimas más frecuentes de esta situación. Las protestas de los vecinos y los partidos políticos han arreciado en los últimos meses, pero el Ayuntamiento se ha visto impotente hasta ahora para obtener del Ministerio de Obras Públicas la apertura de un cinturón de ronda.

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Unido a este problema está el de los aparcamientos, que resultan totalmente insuficientes para albergar el numeroso parque automovilístico gerundense.

Por otra parte, cabe señalar que el servicio público de autobuses es muy deficiente, tanto por sus recorridos como por el escaso número de vehículos utilizados. Además, Gerona no posee todavía una estación general de autobuses para albergar la docena de líneas de autobuses de viajeros procedentes de toda la provincia. Ello hace que cada compañía circule por el centro de la ciudad aparcando sus vehículos en plena calle y dificultando aún más el tráfico rodado.

Otro problema grave es el de la presencia de los depósitos de almacenamiento de la CAMPSA en pleno casco moderno, en el barrio de San Narcís. Estos depósitos, que contienen millares de litros de combustible, fueron instalados hace ya una treintena de años, cuando aquel sector apenas estaba poblado. Sin embargo, actualmente están rodeados de tiendas por todas partes, cuyos habitantes reclaman a gritos el traslado inmediato de los depósitos, sin que hasta hoy el Ayuntamiento -haya logrado atenderles debidamente.

Al margen del caos urbanístico que le espera, el futuro Ayuntamiento tendrá que plantearse el problema de los municipios que han sido agregados, por fuerza y sin consulta previa, al de Gerona durante los últimos años. Tal es el caso de los municipios de Salt, Sarriá, Puente Mayor y Palau Sacosta, cuyos habitantes están reclamando de nuevo su independencia o al menos una amplia autonomía administrativa y política. Algunos partidos ya se han mostrado partidarios de realizar un referéndum popular para solucionar el problema.

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Fuera de la capital cabe destacar la amplia problemática de la mayoría de los ayuntamientos de la Costa Brava en cuanto a la especulación del suelo y contaminación de las playas. La especulación del suelo ha destruido en los últimos veinte años bellísimos rincones que habían sido declarados oficialmente parajes pintorescos.

El problema de la contaminación de las playas es cada vez más grave, debido a las industrias y a los desagües que van directamente al mar sin la debida depuración previa.

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