Cartas al director

La penúltima cacicada

En nuestra tierra los caciques siguen siendo una institución, llegando a veces a ser una forma habitual de comportamiento, sobre todo en los ayuntamientos principalmente rurales.En Melgar de Fernamental (Burgos), el día 14 de agosto, por orden directa y expresa de un miembro de la Corporación Municipal, sin previo aviso de ninguna clase, sin mediar notificación alguna de expropiación, sólo sin más ni más, porque a este señor así se le antojó, una máquina excavadora derrumbó parte de un huerto bajo el pretexto de eliminar los baches del camino con el que linda. El volumen de tierra desaparecido...

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En nuestra tierra los caciques siguen siendo una institución, llegando a veces a ser una forma habitual de comportamiento, sobre todo en los ayuntamientos principalmente rurales.En Melgar de Fernamental (Burgos), el día 14 de agosto, por orden directa y expresa de un miembro de la Corporación Municipal, sin previo aviso de ninguna clase, sin mediar notificación alguna de expropiación, sólo sin más ni más, porque a este señor así se le antojó, una máquina excavadora derrumbó parte de un huerto bajo el pretexto de eliminar los baches del camino con el que linda. El volumen de tierra desaparecido, dado que había una importante diferencia de desnivel entre el huerto y el camino, era considerable. Y hay que hacer constar que el huerto estaba sembrado.

La máquina llegó a arrancar parte de los cimientos de una tapia que anteriormente cerraba el huerto, pero que entonces estaba derrumbada, y en algunos puntos llegó a introducirse en el mismo bastante más de un metro a partir de los cimientos. Y en la consideración de que, como arriba se apunta y es la pura y llana verdad, en ningún momento hubo trámite alguno de expropiación, ni tan siquiera proyecto para realizar cualquier tipo de obra, constituye ya de por sí una evidente ilegalidad. Los afectados han tratado de dialogar repetidas veces con el Ayuntamiento, a fin de establecer una compensación por los daños producidos, sin que la Corporación haya tenido el más mínimo sentido de responsabilidad democrática para poder llegar a un acuerdo, negándose en redondo a ello y tratando de echar tierra sobre el asunto, en un abuso de autoridad incomprensible e incalificable. Y es que hay corporaciones surgidas del dedo que todavía no se han dado cuenta de que las cosas han cambiado. algo. Y si el cambio no ha sido mejor es porque ellos lo impiden con su comportamiento caciquil y autoritario.

¡Y pensar que el que ordenó acometer tal «hazaña» fue en otros tiempos jefe comarcal agrario de la zona! ¡Valiente sindicalista! ¡Así de grande es la ironía del caso! ¿Y hasta cuándo así?....

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Quienes quieran estar siempre en la penúltima cacicada, que voten a los caciques; si, por el contrario, hay quienes quieran de verdad eliminar de una vez por todas el caciquismo, que voten a personas serias y honradas que miren por los intereses y derechos de todos en general con justicia y equidad.

Este sería el único modo de llegar a la penúltima cacicada.

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